Ciro Murayama
Columnista invitado
En las campañas de 2015 por primera vez el Instituto Nacional Electoral (INE) cumplió con su atribución constitucional de fiscalizar los recursos de todas las campañas electorales realizadas en el país. Este ejercicio inédito que enfrentó amplios desafíos para la autoridad electoral y para los sujetos obligados —trece mil candidatos a fiscalizar, poner en operación el Sistema Integral de Fiscalización en línea, cargar y revisar cientos de miles de operaciones de ingreso y gasto de partidos y candidatos, todo ello en plazos fatales— arroja una experiencia primera que merece análisis profundos, detallados y objetivos. Sin duda, el ejercicio es y debe ser mejorable.
No obstante, en sendas columnas en una misma semana (25 y 27 de agosto), el Sr. Javier Tejado Dondé ha utilizado estas páginas no para analizar críticamente la fiscalización del INE sino para descalificar de forma sumaria a la institución.
La primera columna de Tejado mereció un artículo de respuesta (27/08/15) del secretario Ejecutivo del INE, Edmundo Jacobo, quien desmontó con datos duros e información verificable una a una de las aseveraciones del articulista.
Ahora bien, en el texto “La tarea fallida del INE”, Tejado vuelve a insistir en afirmaciones que merecen ser precisadas. Señala que “los resultados de la fiscalización del INE debieron estar antes de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ‘califique’ la elección”, pero que “el INE no pudo cumplir con su misión”. Es impreciso: el Tribunal concluyó la revisión de las impugnaciones de las elecciones a diputados federales el 20 de agosto, mientras que el INE votó los dictámenes de fiscalización y los proyectos de resolución correspondientes un mes antes, el 20 de junio.
Tejado expresa que el INE “dejó a 79 candidatos ganadores con procedimientos abiertos”. No es cierto: el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordenó al INE concluir todos los procedimientos de queja en materia de fiscalización a más tardar el 12 de agosto. Así se hizo, no quedó un solo procedimiento sin cerrar.
El señor Tejado utiliza un comunicado de prensa del Tribunal Electoral para cuestionar toda la fiscalización del INE. Pero dicho comunicado de la autoridad judicial da cuenta de lo acontecido en la sesión de la Sala Superior del 20 de agosto, en la cual el Tribunal ordenó al INE hacer indagatorias adicionales en sólo siete quejas en materia de fiscalización, de más de trescientas resueltas por el INE a lo largo de los procesos electorales de 2015.
Otro flanco de ataque tiene que ver con la operación del Sistema Integral de Fiscalización del INE, al que el articulista califica como “casero” por haber sido desarrollado por el propio instituto con el auxilio de la UNAM. Pero cabe decir que no hay una sola sentencia del Tribunal Electoral que cuestione el funcionamiento de dicho sistema cuyo desarrollo y robustecimiento, por supuesto, debe continuar.
Tejado afirma que hay opacidad en los recursos destinados al sistema integral de fiscalización. No es así, y si bien los consejeros electorales del INE no tomamos decisiones de ejercicio del gasto, cabe decir que todos los recursos que maneja el instituto, incluida la inversión en la fiscalización, son auditados conforme a la ley y hechos públicos.