Brenda Caballero
Números rojos
Muchas veces he escuchado la frase “entre mujeres podemos despedazarnos, pero jamás nos haremos daño”. Esto puede aplicar entre amigas, conocidas, y tal vez entre compañeras de trabajo, y digo “puede”, porque muchas veces criticamos o hablamos nada bien de nuestras congéneres.
Esta operación de “golpe bajo” es una práctica común en la sociedad mexicana que puede tener varias causas, por ejemplo, el ser muy exigentes con nosotros mismos, albergar un sentimiento negativo como la envidia o de plano porque nos cae mal, entre otras.
Ah, pero lo hermoso de esta frase, es que a pesar de todos los dimes y diretes, al final seguiremos como si nada hubiera sucedido… “Sin hacernos daño”.
Pero ¿aplica también esta frase famosa de una obra teatral en asuntos de política?
En principio pareciera que sí, si hablamos de partidos en general, pues a pesar de que todos se atacan entre sí, al final pareciera que nada ha pasado.
En el caso de los varones, aunque también existe una competencia entre ellos, su conducta es más relajada y no andan “despedazándose” entre ellos. Bueno… ¡existen excepciones!
¿A qué voy con toda esta carnicería?, ¡que en política no aplica! Y lo he comprobado en estas elecciones federales 2015.
Por ejemplo: fue mayoría de mujeres las que se alegraron de que la candidata del Distrito de Xalapa Urbano Elízabeth Morales perdiera; no niego que también su derrota fue disfrutada por varones; sin embargo, nunca vi a fémina alguna que saliera en su defensa.
Mismo caso para Carolina Gudiño, víctima de una guerra de poderes entre el exgobernador Fidel Herrera y el panista Miguel Ángel Yunes Linares.
Luego entonces, ¿Quiénes perdieron en esta elección?
Contrario a los que dicen que fue el PAN, el PRD o el PRI, puedo decir con toda seguridad que las mujeres fuimos las grandes perdedoras.
Y no lo digo porque sea feminista, sino porque al analizar los datos nacionales de este proceso electoral, de las once mujeres candidatas que contendían por una gubernatura, solamente Claudia Pavlovich ganó la elección. Recordemos que actualmente ningún estado tiene gobernadora, siendo la última Ivonne Ortega Pacheco por Yucatán, en el periodo de 2007 a 2012.
Si analizamos la situación en Veracruz, a las mujeres no nos fue tan bien, ya que de los veintiún distritos en Veracruz, sólo siete mujeres ganaron su contienda, siendo las siguientes: Pánuco, Sofía de León Maza; Tantoyuca, María del Carmen Pinete Vargas; Papantla, Heidi Salazar Espinoza; Coatzacoalcos, Norma Rocío Nahle García; Zongolica, Lilian Zepahua García; Coatepec, Noemí Guzmán Lagunes; y Veracruz, Gabriela Ramírez Ramos.
Conste que no hablo a qué partido político pertenece cada una, sino del género.
Recordemos que en este proceso electoral 2015 participaron en Veracruz, 87 mujeres.
Ahora que si vemos a las diputadas federales integrantes de la actual legislatura encontraremos que hay sólo ocho designadas por mayoría relativa entre las que se encuentran dos suplentes de varones y cuatro por representación proporcional.
Una menos en esta ocasión elegida por votación, aunque habrá que ver cuántas entran por la vía plurinominal.
Recordemos que en Veracruz, de los 5 millones 582 mil 729 electores, 51 por ciento son mujeres, es decir, somos mayoría; luego entonces, podemos deducir que las mujeres no votamos por las propias mujeres, sino por varones; ¿será que aún no nos atrevemos a impulsar a nuestro propio género para un cargo público?
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