Gustavo Adolfo Iram Ávila Maldonado
Durante la Independencia de México ocurrieron anécdotas interesantes, el recién desaparecido escritor argentino Eduardo Galeano, con su singular estilo, nos cuenta la siguiente:
"...Hidalgo ha sido fusilado, la independencia depende, ahora, de las fuerzas que siguen a Morelos.
Ignacio López Rayón envía a Morelos un urgente mensaje de advertencia: Sé de buena fuente que el virrey ha pagado a un asesino para que lo mate a usted. No puedo darle más señas de ese hombre, sino que es muy barrigón...
Al alba, reventando caballos, llega el mensajero al campamento de Chilapa.
Al mediodía, el asesino viene a ofrecer sus servicios a la causa nacional. Cruzado de brazos, Morelos recibe una andanada de discursos patrios. Sin decir palabra, sienta al asesino a su diestra y lo invita a compartir su almuerzo. Morelos mastica cada bocado durante una eternidad. Mira comer al asesino, que mira el plato.
A la noche cenan juntos. El asesino come y habla y se atraganta, Morelos, cortés estatua, le busca los ojos.
-Tengo un mal presentimiento -dice de pronto, y espera la crispación, el crujido de la silla y regala alivio:
-Otra vez el reuma. Lluvia.
Su mirada sombría corta la risa.
Enciende un cigarro. Estudia el humo.
El asesino no se atreve a levantarse. Tartamudea gratitudes. Morelos le acerca la cara.
-Seré curioso -dice.
Comprueba el respingo del asesino y cuenta las gotas de transpiración que le bañan la frente. Demora la pregunta:
-¿Tiene usted sueño?
Y en seguida:
-¿Me haría usted el honor de dormir a mi lado?Se tienden, separados por una vela que agoniza sin decidirse a morir. Morelos ofrece la espalda. Respira hondo, quizás ronca. Antes del amanecer, escucha los cascos del caballo que se aleja.
A media mañana, pide al asistente el recado de escribir.
Carta para Ignacio López Rayón: Gracias por el aviso. En este campamento, no hay mas barrigón que yo".
Eduardo Galeano recibió múltiples reconocimientos por su obra, entre ellos, el Doctorado Honoris Causa otorgado por la Universidad Veracruzana en el 2009, en esa ocasión nadie se opuso, como sucedió ahora con el reconocimiento que le habían ofrecido a Jacobo Zabludovsky.