24 de Noviembre de 2024
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El día de la madre

Gustavo Adolfo Iram Ávila Maldonado

 

Estamos a unos cuantos días de celebrar el Día de las MadreS, una de las fechas más esperadas, si no es que la más, por las familias mexicanas.

Es cierto que hoy en día esta celebración se ha convertido en una competencia de ventas (no solo diurnas, sino ahora nocturnas), en una estrategia de mercadotecnia, en la que en muchos de los casos el supuesto amor se mide en lo costoso que puede ser el regalo a la madre, y no en la manifestación de ese sentimiento, del cariño hacia nuestra progenitora.

A muy pocos les interesa saber que el origen de esta fecha tuvo un sentido muy diferente. Las celebraciones por el día de la madre se iniciaron en la Grecia antigua, en las festividades en honor a Rhea, la madre de Júpiter, Neptuno y Plutón (ya descontinuado).

Sin embargo, el origen del actual Día de la madre se remonta al siglo XVII, en Inglaterra. En ese tiempo, debido a la pobreza, era común emplearse en las grandes casas o palacios, donde también se daba al trabajador techo y comida. Un domingo del año, denominado “Domingo de la madre”, a los siervos y empleados se les daba el día libre para que fueran a visitar a sus madres, y se les permitía hornear un pastel (conocido como “tarta de madres”) para llevarlo como regalo.

Aunque algunos ingleses que llegaron a Estados Unidos conservaron la tradición del británico “Domingo de las madres”, en EU la primera celebración pública del Día de la madre se realizó en el otoño de 1872, en Boston, por iniciativa de la escritora Julia Ward Howe, quien organizó una gran manifestación pacífica y una celebración religiosa, invitando a todas las madres de familia que resultaron víctimas de la guerra, por ceder a sus hijos para la milicia.

Tras varias fiestas bostonianas organizadas por Ward Howe, ese pacifista Día de la madre cayó en el olvido. Fue hasta la primavera de 1907, en Grafton, al oeste de Virginia, cuando se reinstauró con nueva fuerza el Día de la madre en Estados Unidos, siendo Ana Jarvis, ama de casa, quien, luego de la muerte de su madre en 1905, decidió escribir a maestros, religiosos, políticos, abogados y otras personalidades para que la apoyaran en su proyecto de celebrar el Día de la madre en el aniversario de la muerte de su propia progenitora, el segundo domingo de mayo; por cierto, Chelito, mi madre, falleció un 13 de mayo.

La primera celebración oficial tuvo lugar un día 10 de mayo, por lo que este día fue adoptado por muchos otros países del mundo como la fecha del “Día de las madres”.

En México el Día de la Madre se celebra el 10 de mayo, sin ajustarse a días de la semana, como otros países. Este día se habría festejado por primera vez en 1911, pero fue hasta 1922 cuando se habría institucionalizado por iniciativa del director de Excélsior, Rafael Alducín, probablemente influenciado por el entonces secretario de Educación, José Vasconcelos.

En fin, este domingo las madres serán homenajeadas, serán apapachadas por los afortunados que todavía pueden hacerlo. A muchas se les llevarán a comer a lujosos restaurantes, en tanto en otros hogares menos pudientes se conformarán con una comilona en casa, con mole o pozole, (preparados por la festejada), con cervezas y bailongo de por medio.

Los regalos también variarán, y mientras las pieles, joyas y viajes serán recibidos por las madres más afortunadas, en otras familias las progenitoras recibirán licuadoras, planchas y lavadoras, obsequios que pretenden aligerarles sus tareas domésticas. El chiste será recordar, que sea como sea, “madre… sólo hay una”. Algunos políticos no podrán festejar este día.