Gilberto Haaz Diez
*Esta es de Jefferson y mía, porque está muy buena: “Opino con los romanos de antaño, que el general de hoy debe ser mañana, si es necesario, soldado raso”. Camelot.
Las descalificaciones
Comienzan las reyertas. Los mundos raros, que cantaba José Alfredo Jiménez. Nos despertamos con la noticia de que Osorio Chong, secretario de Gobernación, mandó las fuerzas policiacas federales a Acultzingo, un sitio cercano a Orizaba, camino rumbo a Tehuacán, por la carretera antigua, sitio donde había y hay sospechas de todo. Como en Guerrero, llegaron, desarmaron a los nueve policías y a cuidar la ciudad. En septiembre pasado el Glorioso Ejército Mexicano y la SSP desmantelaron un lugar de entrenamiento de la delincuencia organizada. Detuvieron a 33 y aniquilaron a tres. Se respira tranquilidad, al menos para los pobladores. López Dóriga gana un primer round. El INE, supremo órgano electoral y réferi de los cocolazos, retiró un spot del PRD donde el comunicador aparecía ligado a Díaz Ordaz, Salinas y a Peña Nieto. López Dóriga dijo, como Fox: ¿Y yo por qué? Ahora, en lugar de juayderito aparecen los logos de Televisa y Telmex. Y volvemos con Margarita Zavala. Unos malosos jarochos quisieron ligar la descalificación a las pluris de ella con la entrada de Miguel Ángel Yunes Linares, y exhibieron aquella gesta heroica del pastelazo de Calderón, el día que, dicen, amaneció crudo cuando empujó la cabeza del choleño, al grito de: “¡queremos pastel, pastel, pastel!”. Nada que ver una cosa con la otra. Son ganas de joder, diría Kamalucas. Yunes hizo su lucha y su trabajo y entró por la puerta donde solo los iluminados llegan. Ser pluri, es algo que a veces ni la tarjeta Master Card puede comprar. Julen Tementiría, su rival y compañero de sector y de partido, asegura que se la ganó gracias a los favores a Madero. Pos claro. La política es de alianzas. De acuerdos. Ni modo que se la haya ganado con desprecios. Margarita enfrenta el poder del barbón Madero, y esa es otra historia. Ya se verán las caras cuando ella vaya por la presidencia del PAN, como amenazó. Como la de Héctor Yunes Landa, senador que aplaude la designación de una candidata a gobernadora de Nuevo León, porque el PRI escogió ir por quien lidere las encuestas. Y él así espera que ocurra en Veracruz, cuando llegue el momento. Con el grito de: “se equivocan quienes apuestan al dedazo”, Héctor marca su raya. Mide su territorio.
UNA BUENA
Las casetas de paga de las horribles, destartaladas y malas carreteras de Capufe habían sido tomadas y asaltadas como en el viejo oeste por vagos y vándalos, que al grito de la venganza de Ayotzinapa solo buscaban intimidar al Supremo Gobierno y molestar a los que por allí transitamos. Les había gustado tanto este esquema, que se apostaban en la de Fortín o en la de Cuitláhuac y bajo la mirada intimidante de águila brava, desafiaban a los automovilistas y exigían un pago que oscilaba entre los 50 y 70 pesos, en casetas de 85 pesos. Pues bien, esto al parecer ya se terminó, regresa el Estado de Derecho y Peña Nieto y Osorio Chong pierden el miedo ante estas pequeñas turbamultas y ayer, con un poco de ayuda de Javier Duarte, les enviaron la batería pesada y entre la policía federal y los estatales de Bermúdez Zurita les dijeron hasta la vista jóvenes, están que se van y se van y ya se han ido. Eran 20 vagos que impedían todo y se embolsaban, según cuentas normales, unos 200 mil pesos por estar allí apostados una mañana, o sea medio turno, ni tan siquiera hacían jornada laboral completa, vagos. Hay días que uno no se los gana, menos así, sin esfuerzo, con solo estirar la mano. Asemejábamos a países bananeros.
OTRA MÁS BUENA
Sucedió en Zúrich, Suiza. Los que vemos noticieros nocturnos la contemplamos. La escena es simpática, de buen humor, de cuando un niño ve a un ídolo. Cristiano Ronaldo está con su hijo, esperan la ceremonia donde van por el Balón de Oro. Entra Messi y el CR7 del Real Madrid le balbucea al hijo algo como “ve a saludarlo”. El chiquillo da unos pasos.
Messi voltea a ese sitio donde está por ahora el mejor jugador del mundo.
El chiquillo se acerca, da unos pasos, Messi le toca la cabeza y le dice:
“¿Qué pasa, cómo estás?”, “Bien”.
Cristiano, desde el fondo le dice:
“Ve un video en Internet, de todos, de nosotros y habla de ti”.
Ríen todos.
Messi le dice: “No tengas vergüenza ahora”.
Fue una escena que los hace ver como lo que son, grandes y humanos. Si a CR7 el mundo le elogia por lo que es, también buena parte le critica porque lo señalan de mamón. Pero esa escena de Zúrich, donde el hijo reconoce la grandeza del rival, unió a los dos futbolistas más grandes de esta historia, en este momento. Messi, del Barcelona y Cristiano Ronaldo, del Real Madrid.
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