Le deseo una muy Feliz Navidad, plena en bendiciones,
amor, abundancia, prosperidad y la luz de Dios
Por Ramón Durón Rui.-
“Picasso solía decir: –– Mi madre tuvo mucha FE en mí. Siempre me decía: Si te haces militar, serás general; si te haces cura, será Papa. Y ya lo ven, me hice pintor… ¡y ahora soy Picasso!”
El gran secreto de usted y yo, querido lector, es que como Picasso, somos nosotros mismos, con nuestros aciertos y errores, con nuestras debilidades y fortalezas, con los tropiezos y alegrías.
Resulta que el viejo Filósofo hablando telefónicamente con su nieto, le da señales de cómo llegar a su casa:
–– Cuando llegues al edificio de la Presidencia, das la vuelta en la esquina y en la primera casa de palma, hay una campana en la puerta, jalas el cordón con el codo y salgo inmediatamente a recibirte.
–– Abuelito, me parece muy fácil llegar… ¿pero por qué jalar el cordón de la campana con el codo?
–– ¿Qué… apoco piensas llegar con las manos vacías?
En esta Navidad no vayas con tu alma vacía, viaja con una total gratitud, recuerda que dar las gracias, a la gente de tu vida, a tus familiares y amigos, dar las gracias a DIOS, hace pleno el proceso de tu vida y la armoniza con el universo. “El que no aprende el idioma de la gratitud, no podrá dialogar con el amor y la felicidad”.
Las bendiciones se obtienen agradeciendo y orando. El tiempo me ha enseñado que sólo un alma grande, sabe ser agradecida, porque “El que es agradecido por lo poco… disfruta el placer de lo mucho”. “La felicidad, la plenitud empieza cuando uno deja de lamentarse por los problemas que tiene, y agradece por los problemas que no tiene”.
Navidad, como la vida está plena de un conjunto de símbolos: “Para que hagas un alto en el camino, renueves tu vida y tu espíritu y te encuentres con el profundo sentido de esta celebración, que es el nacimiento del Niño Jesús.
El simbolismo del Nacimiento es recordar y celebrar la fecha en que nació el Niño Jesús. Y aunque se acostumbra poner distintos adornos navideños, el Nacimiento es el elemento protagónico, pues la verdadera celebración es la llegada de Jesús al mundo.
En tiempo de Herodes, una brillante estrella de Belén guió desde Oriente a los tres Reyes Magos al lugar donde nació Cristo –simboliza que cuando levantas tu mirada al cielo encuentras el camino de la vida–, se postraron ante él para adorarlo, y le ofrecieron dones y bienes: oro, riqueza que se da a un rey; incienso, para alabarlo, y mirra, como símbolo del hombre mortal.
La Piñata vestida del oropel simboliza al diablo, sus engaños y vanidades. La venda en los ojos, representa la FE, que debe ser ciega, y confianza en la ayuda de Dios para destruir al mal. El palo: Es la fuerza de la virtud, que rompe con los falsos y engañosos deleites del mundo. Los frutos y dulces: Significa la verdad, los dones y la gracia de Dios, derramada sobre el hombre que rompe con el pecado; son el premio de la FE y la perseverancia.
Los 7 picos de la piñata, son los pecados capitales: pereza, envidia, gula, ira, lujuria, avaricia y soberbia, que se vencen cultivando las virtudes: diligencia, generosidad, templanza, paciencia, castidad, magnanimidad y humildad.
Los adornos en el árbol de Navidad, simbolizan: La estrella colocada en la punta del árbol, la FE que guía la vida del cristiano y recuerda a la estrella que guió a los Reyes Magos. Las esferas: simbolizan las oraciones que se hacen durante el adviento, en sus inicios representadas en cuatro colores: azul, para las oraciones de arrepentimiento y reconciliación; plateado, agradecimiento; dorado, abalanza; rojo, petición.
Los lazos representa la unión de las familias y las personas queridas, alrededor de dones que se desean dar y recibir. Las luces: Simbolizan la luz de Cristo. Por su forma triangular, el árbol de Navidad simboliza a la Santísima Trinidad, y su color verde es signo de la vida que no muere.
El árbol y los regalos propios de estas fechas, nos recuerdan que de Dios proceden todos los bienes”
Los símbolos de la Navidad, nos enseñan que las emociones y pensamientos son la generosa semilla de vida, si estos son pesimistas, irradiarás negatividad, si tus mensajes diarios son optimistas, llenos de alegría, paz y amor, irradiarás un poderoso resplandor y energía positiva.
Resulta que el viejo Filósofo es invitado por el arquitecto Joaquín Rivera, a compartir los sagrados alimentos en una posada navideña. Antes de salir de casa, su mujer lo encara apercibiéndolo cuidadosamente:
–– ¡Mira viejo!, en la cena no cuentes chistes, ni hables de fut bol, ni de política, ni de religión, tampoco bebas, ni fumes, mucho menos llames la atención riendo como acostumbras a carcajada abierta… ¡TÚ DEDÍCATE A DIVERTIRTE!