Cuando se juntaron contra mí los malignos,
mis angustiadores y mis enemigos,
para comer mis carnes,
ellos tropezaron y cayeron.
Salmo 27, 2
Se viven momentos difíciles en el país, en las noticias de los medios se escucha de los asesinatos, secuestrados, extorsionados que ocurren todos los días, ya no hay un estado de la República que se salve, en todos están operando los malandros, lo peor es que en muchos lados operan impunemente en contubernio con las autoridades. La corrupción ha penetrado a todos los niveles, la película La dictadura perfecta se quedo corta; el presidente de la República tiene un paquete muy duro, las redes sociales se han encargado de difundir toda la porquería que ha salido de las coladeras, y de publicar todo lo que los medios no han dicho por temor o por ser parte de la corrupción.
Hace unos días un amigo me envió un mensaje que los narcos de Sinaloa subieron a las redes en donde anuncian que van a acabar con todos los zetas de Veracruz, y advierten que los propietarios de camionetas con cristales oscuros se los cambien para que ellos no los confundan con sus enemigos, y advierten que nadie debe andar en la calle después de las once de la noche, pues ellos van a acabar con todos los que encuentren después de esa hora, es decir, hay una guerra entre esas facciones y anuncian que los veracruzanos deben estar tranquilos porque ellos se van a encargar de limpiar todo el estado.
Nunca me imaginé que llegaríamos a vivir situaciones así, no sé si en Estado Unidos de Norteamérica se vivieron situaciones así en tiempos de la Mafia, o si en Colombia fue así en tiempos de Escobar, pero lo que sucede en nuestro país no tiene precedentes, y la verdad está rebasando todas las expectativas; la realidad es que el Gobierno federal pareciera que no tiene la capacidad de respuesta que se requiere para enfrentar al crimen organizado y los gobiernos estatales se están quedando indefensos ante los embates de los malosos.
Por eso empezaron a aparecer las autodefensas en los municipios, cuando sus habitantes se cansaron de que los asesinaran, los secuestraran y extorsionaran, y cuando denunciaban se dieron cuenta que las autoridades no hacían nada o estaban coludidas con el crimen organizado, fue entonces que decidieron armarse y hacer frente a sus verdugos, eso sucedió en Michoacán principalmente, lo malo es que también algunos empezaron a abusar, esa es la naturaleza humana.
Lo sucedido en Guerrero fue el detonante, fue la gota que derramó el vaso. Las marchas de protesta se realizan a cada rato y cada día se incrementan, la violencia se ha extendido a todos los niveles.
La detención del alcalde de Iguala, José Luis Abarca y de su esposa ha sido un gran paso en el desarrollo de la investigación de los normalistas desaparecidos, uno de los problemas más difíciles a que se ha enfrentado el Gobierno del residente Peña Nieto. Enhorabuena, una vez más vemos que México es más grande que sus problemas.
Aquel viejo dicho de Plan de las Hayas ha vuelto en boga, "si no ganamos con esto -señalando con los dedos en forma del círculo el símbolo del dinero-, lo ganamos con esto", señalando con el dedo simulando apretar un gatillo.
*Ni político, ni periodista, sólo tu amigo.