Por Sergio González Levet
Prácticamente dentro de un mes se estarán inaugurando -multicitados por todos, esperados por muchos y hasta cuestionados por algunos, hay que decirlo- los Juegos Centroamericanos y del Caribe (JCC).
El Estadio Pirata Fuente será el escenario remozado y candente en donde se volcarán el entusiasmo y la legendaria alegría jarocha, para dar marco a una justa del deporte y la juventud en la que campearán las emociones y la pasión.
A medida que se acerca la fecha, se advierte el apresuramiento en las obras que se están concluyendo y la actividad febril de los organizadores. Todo está a punto de estar a punto: estadios y gimnasios, velódromo y albercas, canales fluviales.
Participan en esta justa muchos deportistas de primer nivel; atletas que provienen de todos los países de la región. Ésos serán los héroes del medallero, de la pista, el campo, el agua y la duela. Pero también intervienen miles de veracruzanos que están haciendo todo su esfuerzo para que nuestros visitantes se sientan bien atendidos y se maravillen con los prodigios de nuestros paisajes, con las genialidades gastronómicas de nuestra cocina, y con el ingenio y el humor que nos definen e identifican como jarochos ante el mundo.
El viernes 14 de noviembre a las 8 de la noche, cuando arranque el evento inicial, allá arriba los legendarios voladores de Papantla, trepados en su serio ritual asombrarán una vez más al mundo con sus piruetas y sus danzas en medio del cielo. Y acá abajo los incomprensibles pasos que hacen los bailarines del son jarocho moverán corazones al ritmo vertiginoso del arpa, la jarana y el taconeo.
Luz, sonido, música.
Y junto con nuestros grandes artistas locales, en la ceremonia inaugural habrá una variedad internacional, un artista de renombre que le dé el toque mundialista que tendrá nuestra justa, que serán como el Carnaval: los “Juegos de la Alegría y el Éxito” (y no los “jueguitos del hambre y el fracaso”, como quisieran que fuera los agoreros del desastre, los ensimismados en su pesimismo y su amargura, los que quieren que le vaya mal al Gobierno, aunque con eso le pueda ir mal a todos los veracruzanos).
Aquel artista casi seguramente será Ricky Martin. Su nombre es el que más suena. Pero si no es él, alguien de su fama acudirá a deleitar el espectáculo.
Se acerca la fecha, llegarán al fin los esperados JCC. Ya los boletos están a la venta, ya se empiezan a arremolinar en las taquillas quienes en los graderíos formarán el público grandioso, cálido y solidario que siempre ha sido el veracruzano.
En esos intensos días estaremos ante la vista de la región y el mundo, y tendremos oportunidad de enseñar lo mejor de nosotros. La promoción de Veracruz se dará a lo grande y eso servirá para adelantar nuestro turismo, para foguearnos en los servicios de primer nivel y para mejorar nuestra economía.
Será para bien… No puede ser de otro modo.
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