Por Sergio González Levet
Yo siempre me he referido a ella como “la doctora Karime”, aunque en apego a la normatividad ella insistía en decir que era apenas una “doctora en grado de tentativa”, pues le faltaba hacer el último trámite, que era defender su tesis —ya hecha, ya corregida y ya aprobada por su director— en un examen ante una batería de sinodales, que le exprimirían la mente para constatar qué tanto sabía del tema y qué tan bien lo manejaba.
Pero para mí es y ha sido doctora porque tenía lo más importante que se necesita para serlo: el conocimiento y la inteligencia para aplicar éste de manera eficaz en situaciones reales.
Ese dilema, si lo hubo, terminó por ser resuelto el martes 30 de septiembre (en tiempo de España), cuando Karime Macías Tubilla, natural de Coatzacoalcos, Veracruz, México, y vecina de Xalapa, Ver., presentó de manera brillante —en el Salón de Actos de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Complutense de Madrid— su examen profesional y fue aprobada con las mejores recomendaciones del jurado.
La tesis de la doctora-doctora se tituló El Estado mexicano y su combate a la vulnerabilidad social del tipo familiar: Un análisis de eficiencia del sistema nacional para el desarrollo integral de la familia. Atrás del tecnicismo que conlleva ese nombre, adecuado para una tesis doctoral, el tema fundamental es el ataque a la pobreza y está sustentado por una acuciosa investigación y muchas aportaciones teóricas; aportaciones que han sido felizmente llevadas a la práctica durante este sexenio para conformar el programa de programas de la administración duartista con el resultado formidable de que se está avanzando con firmeza para conseguir la ambiciosa meta de reducir en este sexenio a la mitad los índices de pobreza en Veracruz.
Sé lo responsable que es la doctora Karime con sus obligaciones y por eso no me queda duda de que se preparó a conciencia para ese examen profesional. No tengo que hacerle mucho al adivino para decir que en las últimas semanas se aisló hasta donde se lo permite su posición de Presidenta del Sistema DIF para leer mucha bibliografía sobre economía y sobre el problema de la pobreza; para estudiar hasta dominar completamente el tema, y para revisar el documento de sus tesis, hurgando en busca de inconsistencias, de errores, de erratas, hasta que lo consideró debidamente culminado, como hacen los perfeccionistas, que ella lo es.
Y ninguna duda me cabe de que en la defensa de su tesis habló con conocimiento de causa, pero también con entusiasmo, con pasión, del programa que nació en la cocina de un minúsculo piso madrileño, y con él de los sueños que se han ido haciendo realidad, trabajando siempre en pareja con su compañero de vida, el actual Gobernador de Veracruz, el también doctor Javier Duarte de Ochoa.
Todo el reconocimiento merece Karime Macías Tubilla por este doctorado ganado a pulso.
¡Felicidades, doctora! (ahora sí).
Twitter: @sglevet
Facebook.com/sglevet