23 de Noviembre de 2024
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“SISTEMA HÍBRIDO” PARA LA INTEGRACIÓN DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

Consejero Electoral, Humberto A. Ramírez Saínz

Estimados lectores, al analizar diversas aristas de la figura de diputados plurinominales, así como las vías de solución que se podrían realizar en beneficio de la ciudadanía, es importante mencionar desde cuándo se han iniciado tales pretensiones de reducir su número…

La cantidad de curules fueron en aumento entre los años de 1979 a 1988; por ejemplo, en 1979 dio inicio este fenómeno con tres circunscripciones electorales en las que se distribuían 30 plurinominales en la primera, 30 en la segunda y 40 en la tercera circunscripción, dando un total de 100. Ya para el año de 1988 se había elevado considerablemente, en correspondencia con las cinco circunscripciones que siguen vigentes hasta el día de hoy, y que han dado como resultado los 200 diputados por representación proporcional.

Ante tales cifras, algunos grupos parlamentarios no tardaron en presentar iniciativas para su reducción, como las del año 2003, en el que se manejó que fueran solo 350 en total, distribuidos en 210 por MR y 140 por RP. En cambio, el destino que se proponía para los senadores por representación proporcional era la supresión total.

Existieron cambios importantes para la conformación del Congreso de la Unión y, como podemos observar, desde aquel entonces ya se había discutido el tema de su disminución.

Sin embargo, nuestra situación actual se torna algo diferente por el nuevo marco jurídico originado por la reforma electoral de este año, en el que lo más conveniente sería que se estableciera un “sistema híbrido”.

Consiste propiamente en que el segundo lugar que haya quedado en la elección de diputados tenga la oportunidad de acceder directamente a una curul por el principio de representación proporcional, y a partir de ahí se realicen las demás designaciones.

El resultado positivo de este sistema es que se le daría mayor legitimidad a los que recibieron votos por parte de la ciudadanía, a pesar de no haber ganado en la contienda electoral; y asimismo, se les reconocería un derecho intrínseco otorgado por los votantes, el cual se traduce en una curul plurinominal. Con esto, dichos espacios no serían objeto de listas formadas por intereses políticos, sino realmente de un ejercicio auténtico de respeto a la decisión ciudadana.

De igual manera, los candidatos independientes con mayor número de votos accederían a estos cargos, comúnmente conocidos como “de elección popular”, en el que dicho eslogan sí se cumpliría.

El trasfondo de esta propuesta sería loable si su fin último es el de coadyuvar en el desarrollo económico y social de los mexicanos, a través de recursos obtenidos de las “dietas” plurinominales. Imagínense la amplia gama de oportunidades para proporcionar bienestar a los grupos más vulnerables, como lo son las mujeres responsables del sostenimiento familiar, las personas de la tercera edad…

Les puedo decir con certeza que pronto será una realidad.