Gilberto Haaz Diez
*Si los hombres han nacido con dos ojos, dos orejas y una sola lengua es porque se debe escuchar y mirar dos veces antes de hablar. Camelot.
Tiene el Ayuntamiento de Orizaba una disputa con los demonios de Ferrosur. Son más malos que los muertos vivientes de Walking Dead, la serie televisiva. El Ayuntamiento asfalta los lados de las vías que cruzan por la ciudad, lo que debía hacer la empresa ferroviaria, pero son como los de Capufe, a todo se oponen y todo lo quieren cobrar. El alcalde Diez Francos avisa que se reunirá próximamente con Germán Larrea, que anda más enliado que un infractor fiscal, por el derrame a los ríos de la minera de su Grupo México, donde el Congreso lo quiere quemar en leña verde y le pretende retirar la concesión federal, como ésta de los ferrocarriles. Había que acusarlo con los congresistas, y no sé qué espera Juan del Bosque, al ser diputado federal por la gracia de la suplencia, o el mismo Alejandro Zairick Morante, que es diputado local, para meter en orden a estos demonios del mal llamados Ferrosur.
LOS HONORES A LA BANDERA
El supremo congreso de los diputados, así en letritas menores, ha decidido, de acuerdo a una iniciativa panista, que el Himno Nacional Mexicano deje de cantarse los lunes en los actos cívicos en las escuelas. Argumentan: “Se ha discutido mucho la vigencia del himno, porque se habla de que el contenido es muy bélico, se habla de guerra, de violencia, se habla de muerte en honor de la patria, tiene muchos elementos y se discuten qué tanto nos representa, o si en verdad representa a México ese himno, ese contenido nos representó en época distinta. La parte importante es eso, como un símbolo que se construye cuando México se convierte en una nación independiente y en momentos de guerra, nos sigue hoy representando. Ciertamente el himno es producto de una convocatoria en 1853, cuando gobernaba Santa Anna, en el momento en que surge es un contexto de un país que ha vivido varios sucesos bélicos y responde a ese contexto, pero hoy por hoy México es un país neutral en donde reina la paz y por ello decidimos tomar esta decisión de cancelar los honores a la bandera definitivamente”. La aprobaron por 405 votos a favor, 80 en contra y 15 abstenciones. La ley que cancela las celebraciones de honores a la bandera entra en vigor a partir de enero 2015, y es obligatorio para todos los planteles educativos.
LA RAZON DE LOS MASIOSARE
Uno piensa que todos los himnos son bélicos, pues no. El Ruso, que lo espié no trae nada de belicoso, con todo y que ellos son más madreadores que Maywheater y los musulmanes degollando gente inocente. Habla de sus campos, sus mares y su Patria. El americano trae algo de belicosidad: “En el fiero combate en señal de victoria, fulgor de cohetes, de bombas estruendo, por la noche decían: ¡Se va defendiendo! El francés: “Marchemos, hijos de la patria / Que ha llegado el día de la gloria / El sangriento estandarte de la tiranía está ya levantado contra nosotros / ¿No oís bramar por las campiñas / A esos feroces soldados? / Pues vienen a degollar / A nuestros hijos y a nuestras esposas”. El de España, de la era franquista: “Arriba escuadras a vencer y en España empieza a amanecer”. La verdad, la mayoría hablan de sus guerras y su grandeza, quién sabe qué mosca les picó a nuestros congresistas para prohibir que en las escuelas no se entone aquel Mexicanos al grito de guerra. De última hora un congresista dice que no hay cambios, que todo fue una jalada de los Diputados.
Veremos, dijo un ciego.
EL LIBRO CUBANO
En una estantería del aeropuerto le vi. Se suele comprar algunos libros por su portada, o su texto en la solapa cuando el autor es desconocido. Eso me ocurrió con J.J. Armas Marcelo, un escritor cubano que ya tiene más de diez libros en su haber y yo apenas compré el primero. Me gustó lo que en la contraportada Vargas Llosa escribió de él: “A una edad en que los escritores suelen instalarse en un pequeño trono y convertirse en estatuas, J.J. Armas Marcelo sigue en la barricada con la pluma en la mano y la vocación tan pura y atrevida como cuando comenzó”. El mismo autor hace referencia al quizá más cubano de los escritores, Guillermo Cabrera Infante: “A Guillermo Cabrera Infante, tremendo tipo que nunca se movió de La Habana”. Era una metáfora, Cabrera Infante vivió en el exilio londinense hasta su muerte. “Y a Miriam Gómez, la belleza, que lo acompañó por todo el mundo”. Libro chingón. Voy a la mitad de las 300 y pico de páginas. Guillermo Cabrera Infante (Gibara, Cuba, 22 de abril de 1929 - Londres, 21 de febrero de 2005) fue un escritor y guionista cubano, que después de abandonar su país obtuvo la ciudadanía británica, Premio Cervantes 1997. El creador de Tres tristes tigres fue como muchos cubanos, primero sirvió al régimen y luego abandonó la isla del barbón: En 1962, Cabrera Infante fue enviado a Bruselas como agregado cultural de la embajada cubana. Durante su estancia en Bélgica, escribiría Un oficio del siglo XX (1963). Allí viviría con su segunda esposa, Miriam Gómez hasta 1965, cuando debido a la repentina muerte de su madre vuelve a la isla. En Cuba fue retenido por el Servicio de Contrainteligencia durante cuatro meses, hasta que finalmente pudo salir al exilio, llevándose a las dos hijas de su primer matrimonio. Cabrera Infante y su familia fueron a Madrid y luego a Barcelona. Sin embargo, las dificultades económicas y la negativa del régimen franquista a regularizar su situación le movieron a mudarse a Londres, donde se instaló definitivamente. La experiencia del breve retorno a su isla natal sería plasmada en su libro Mapa dibujado por un espía, publicado póstumamente en 2013. Murió sin regresar a la patria amada, de allí la dedicatoria de Armas.
Guillermo Cabrera Infante tras visitar a Aznar en La Moncloa, cuando le preguntaron qué le había parecido su anfitrión, el autor de Tres tristes tigres, tan ducho en los juegos de palabras, respondió algo así: “Pues me ha parecido lo mismo que me pareció Felipe González: que los políticos han sustituido sus convicciones por sus conveniencias”.
Visítenos: www.gilbertohaazdiez.com
Comentarios: [email protected]