23 de Septiembre de 2024
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Cae venta de flores por cierre de panteones

 

 

 

 

 

 

 

 

JOSÉ JUAN GARCÍA/AVC

VERACRUZ

Comerciantes dedicados a la venta de flores en la ciudad de Veracruz manifestaron que no repuntan sus ventas a pesar de la cercanía de la festividad del Día de Muertos, principalmente por el cierre de los panteones que ordenaron las autoridades municipales para evitar aglomeraciones que pudieran provocar un incremento en los contagios del coronavirus.

Al respecto, René Salazar Vilchis, propietario de la florería “Salazar”, ubicada en el mercado de flores de la avenida Salvador Díaz Mirón, estimó que las ventas se ubican en un 70 por debajo de lo que comercializó en la festividad del 2019.

El comerciante consideró que ya sería tiempo para que tuvieran un repunte en las ventas a estas fechas, pero indicó que se mantienen bajas porque no se permitirán las visitas a los panteones de la ciudad.

“Muy tranquilona patrón, por el cierre de los panteones y de la pandemia, si no hay panteones no hay venta para nosotros; a comparación del año pasado estamos trabajando a un 30 por ciento, si se da cuenta ahorita es para que fuera una venta buena y no hay nada de gente comprando”, expresó.

El entrevistado reconoció que adquirió una cantidad menor de flores a los distribuidores para esta temporada de la festividad de Día de Muertos luego de que se diera a conocer que los panteones permanecerán cerrados los días 1 y 2 de noviembre.

René Salazar aseguró que los precios de las flores se mantienen accesibles para el bolsillo de las familias veracruzanas, pues el rollo de flor de Cempasúchil cuesta 80 pesos, la docena de pompones está en 30 pesos, el paquete de rosas en 100 pesos y la flor moco de pavo en 80 pesos.

Salazar Vilchis confió en que las ventas repunten en los días finales de octubre, principalmente por los altares que colocarán las familias en sus hogares.

Finalmente, el comerciante recordó que la pandemia del coronavirus afectó con anterioridad las ventas por el Día de las Madres, en mayo pasado, cuando se vieron obligados a cerrar sus locales al ser catalogados como actividad no esencial.