* Malos tratos y falta de atención reciben los enfermos
Por María Elena Ferral
Papantla
Por instrucciones del director del Hospital Regional “José Buill B.”, Óscar Manuel Pulido Espinosa, el acceso a ese nosocomio quedó restringido, lo que causó molestia entre los familiares de pacientes y algunas personas que acudieron en busca de atención, sobre todo, por el comportamiento déspota y agresivo de los elementos del IPAX que resguardan los accesos al lugar, quienes, prácticamente, les dan con ‘la puerta en las narices’ a las personas que acuden.
Sin que algún empleado del citado Hospital Regional, dé alguna explicación al respecto, de manera extraoficial trascendió que la determinación se tomó sin previo aviso y peor aún sin dar una explicación a la población, a los pacientes y a las personas que acuden en busca de atención médica, este es el único Hospital en Papantla, por parte de la Secretaría de Salud en el Estado, que faltando a la ética profesional y en una falta de responsabilidad, cierra sus puertas y se niega atención a los enfermos.
El colmo de la situación es que por órdenes del director, Óscar Manuel Pulido Espinosa, en la puerta principal de acceso y en la entada por el área de urgencias, se colocó a policías del IPAX, quienes faltos de criterio, tenían la responsabilidad de permitir o negar el acceso al Hospital, como ocurrió con la señora Angélica Becerra R., quien llegó desde la localidad Valsequillo, para poder tramitar la renovación de su afiliación al Seguro Popular, la cual dijo que no fue atendida y encima de todo cuando estaba pidiendo información, le cerraron la puerta en la cara.
Fue posible conocer que el prepotente elemento del Instituto de la Policía Auxiliar, Bancaria y Comercial, responde al nombre de Claudio X., y es apodado como “El Gallo”, quien brinda ese mismo trato a otras personas que tienen internados a sus familiares, lo que generó múltiples quejas, el acceso restringido al Hospital, se hizo con motivo de la contingencia internacional de la pandemia del virus Covid-19, sin embargo, ninguno de los empleados y tampoco el propio policía del IPAX le informan de la situación a las personas que acuden al lugar.