Su cuerpo permanecerá a un costado de la tumba de San Rafael Guízar y Valencia.
Yhadira Paredes
Xalapa
Las exequias del Cardenal Sergio Obeso Rivera iniciaron a las 12:25 del día, con una Catedral abarrotada. En las primeras bancas, los miembros de su familia, sacerdotes, obispos y religiosas; más atrás, diversos personajes de la vida política y social del estado, incluido el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares.
El gran ausente fue el actual jefe del Ejecutivo del Estado, Cuitláhuac García Jiménez, quien envió en su representación al titular de la Dirección General de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobierno, Sergio Ulises Montes Guzmán. Tampoco estuvo el encargado de la política interna del estado, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, pero acudió la noche del lunes a presentar sus condolencias.
Entre los hombres de Dios acudieron: el cardenal emérito primado de México, Norberto Rivera Carrera; los obispos de Tehuacán, Gonzalo Alonso Quesada; el emérito de Querétaro, Mario Gasperín; de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino; de Linares, Ramón Calderón Batres; el obispo de Veracruz, Luis Felipe Martin del Campo, entre otros.
La ceremonia fue presidida por el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, acompañado de 300 presbíteros concelebrantes del estado de Veracruz y de otros estados del país.
Entre quienes acompañaron a su última morada a monseñor Sergio Obeso estuvieron: la esposa del exgobernador priista Patricio Chirinos, Sonia Sánchez; el exalcalde de Xalapa David Velasco Chedraui; la familia Fernández; así como el exsecretario de Gobierno, Rogelio Franco Castán; el exsecretario de Salud y sobrino del obispo emérito, Fernando Benítez Obeso; los regidores del Ayuntamiento de Xalapa, Juan Gabriel Fernández Garibay y Francisco Javier González Villagómez; el director de Turismo municipal, Luis Eduardo Ros Martínez; y el exdiputado federal Uriel Flores Aguayo.
HA RENACIDO A LA VIDA ETERNA
El arzobispo emérito y cardenal Sergio Obeso Rivera ha renacido a la vida eterna, aseguró el arzobispo de la Arquidiócesis de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, en la homilía de su misa exequial, antes de colocar sus restos en la última morada en una cripta de la misma Catedral, donde lo despidieron su familia, sacerdotes, amistades y por supuesto el pueblo católico de Veracruz.
“Desde los cielos don Sergio Obeso esperará la definitiva resurrección para que le sea restituido un cuerpo como el de nuestro señor Jesucristo. Por nuestra parte, encomendamos su alma a la infinita misericordia de Dios y pedimos fervorosamente que interceda por su familia, su diócesis de Papantla, su arquidiócesis y provincia eclesiástica de Xalapa, por la Iglesia de México y por la Iglesia universal”.
En una catedral completamente llena de feligreses, por lo que algunos tomaron lugar en la plaza Lerdo para seguir la misa a través de una pantalla gigante, recordó que don Sergio Obeso fue sacerdote, obispo en la diócesis de Papantla, arzobispo en la arquidiócesis de Xalapa y cardenal nombrado el 28 de junio de 2018 por el papa Francisco.
Destacó que el cardenal fue un auténtico himno a la vida humana, pues hizo un largo recorrido por su existencia, estudios y obra en favor de la Iglesia católica y fue el primer cardenal de la provincia eclesiástica de Xalapa a sus 86 años de edad.
DESCANSA YA EN CRIPTA DE OBISPOS
El cuerpo de don Sergio Obeso Rivera fue trasladado, en un absoluto silencio, de la Catedral hasta la cripta de los obispos, a un costado de la tumba de San Rafael Guízar, donde se realizó un responso del féretro, ante el llanto de sus familiares.
Posteriormente, los fieles brindaron un largo aplauso al cardenal Obeso Rivera y podrán visitarlo en la cripta.