21 de Diciembre de 2025
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Juicio a García Luna

 

 

 

 

 

‘Mayo’ Zambada tenía comprada a policía de México

Dice Tirso Martínez, testigo cooperante de Fiscalía.

Agencias

Brooklyn

La Fiscalía estadounidense continúo este miércoles el interrogatorio al narcotraficante mexicano Tirso Martínez Sánchez en el juicio contra Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública bajo el Gobierno de Felipe Calderón.

Sin embargo, la Fiscalía cambió el foco de sus preguntas tras las críticas del juez Brian Cogan, quien se opuso a tomar en cuenta testimonios de ‘El Futbolista’ por estar basados en “rumores” y ser “pérdidas de tiempo”.

Martínez, testigo cooperante de la Fiscalía, y que ya cumplió una condena reducida en Estados Unidos, estaba encargado del envío de cocaína del cártel de Sinaloa a Estados Unidos por tren desde México a tres ciudades estadounidenses: Los Ángeles, Chicago y Nueva York.

Fiscalía cambia su enfoque

La Fiscalía, si bien renunció a preguntarle a su testigo directamente sobre García Luna, sí que lo interrogó sobre el conocimiento general entre los narcos del Cártel de Sinaloa de si se practicaban sobornos a la Policía federal, la militar, la judicial y la municipal.

En este sentido, Martínez indicó que en dos ocasiones en las que estaba preocupado por posibles incautaciones de su mercancía, dos miembros del cártel lo tranquilizaron asegurando que todas las agencias de seguridad estaban compradas.

Martínez contó que en una ocasión el capo Vicente Carrillo le dijo “no sea miedoso, cabrón”, antes de insistir en que Ismael ‘El Mayo’ Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, tenía “todo arreglado con los altos mandos de la federal, el Ejército, la judicial. Pocos cabrones tienen los arreglos que él tiene”.

Más allá de insistir en los sobornos, le preguntaron por los beneficios de la droga y sus actividades en Nueva York, donde, según el testigo el grupo vendía drogas porque en esta ciudad los clientes pagan más por la cocaína.

El proceso contra García Luna, exsecretario de Seguridad de Felipe Calderón (2006-2012), arrancó el pasado lunes con los alegatos iniciales de la Fiscalía y la defensa y el testimonio del narco Sergio Villarreal Barragán, alias ‘El Grande’, que aseguró que presenció, a partir de 2001, el pago de sobornos al exsecretario mexicano a cambio de su ayuda a los narcos en su negocio y en la lucha contra clanes rivales.

Los abogados de García Luna centran su defensa en que la Fiscalía no tiene pruebas “objetivas” como videos, fotografías, documentos o grabaciones y en que ha construido el caso sobre “rumores” y declaraciones de criminales y asesinos que han aceptado testificar en busca de una reducción de sus condenas.

García Luna y Ejército eligieron a qué cártel apoyar

El martes en su segundo día de testimonios, Sergio Villarreal Barragán, alias El Grande, describió la guerra que se dio entre los cárteles De los Beltrán Leyva y De Sinaloa, y cómo instituciones del Estado mexicano también escogieron entre apoyar a un bando u otro.

Villarreal, quien fue lugarteniente de los Beltrán Leyva y es parte de los “testigos cooperantes” de la fiscalía, confirmó la información difundida hace tiempo, según la cual Arturo Beltrán Leyva El Barbas “mandó secuestrar” a García Luna para pedirle explicaciones sobre con quién estaba, si con él o con El Chapo Guzmán.

La luna de miel entre los Beltrán Leyva y El Chapo había quedado atrás. Arturo Beltrán culpó al líder del Cártel de Sinaloa de estar detrás de la detención de Alfredo Beltrán, y estaba enfurecido porque el cártel de El Chapo crecía sin parar, mientras su clan y el de Los Zetas sufrían un operativo tras otro.

Beltrán, según la versión de El Grande, increpó directamente a García Luna sobre a qué bando apoyaba, a lo que el funcionario mexicano habría respondido que la guerra “era problema de ellos —de los cárteles—, que él era neutral” y que seguiría “trabajando para los dos”.

Villarreal, que el lunes aseguró que García Luna recibió millones de dólares en sobornos del Cártel de Sinaloa, detalló que en esa guerra también había bandos entre las instituciones mexicanas: la Policía Federal y parte del Ejército estaban con El Chapo y con Ismael El Mayo Zambada, mientras que la Agencia Federal de Investigación (AFI), creada en el gobierno de Vicente Fox y unificada con la Policía Federal en la administración de Felipe Calderón, junto con otra parte del Ejército, estaban con los Beltrán. “Se empezaron a matar”, relató el testigo en la corte del Distrito Este de Brooklyn, Nueva York, ante el juez Brian Cogan.

Villarreal contó que, ya como secretario de Seguridad, García Luna dio al cártel el informe de que iba a realizar una redada policial con motivo de la boda de Édgar Valdez Villarreal, alias La Barbie, en Acapulco.

“La fiesta se hizo, pero nadie fue. Ni siquiera el novio. El gobierno llegó [agentes], pero no había nada”, contó.

Aseguró que García Luna les había proporcionado un contacto para comprar equipos para interceptar llamadas e inhibidores de señal. Afirmó además que el gran golpe que se anunció contra el narcotráfico en 2007, cuando se confiscaron 23 toneladas de cocaína, no fue tal, pues tras recibir el pitazo el Cártel de Sinaloa cambió la cocaína real por falsa, en una muestra más de la alianza entre las autoridades con los capos.