Masacre en Caballo Blanco sigue en la impunidad
Maythe Morales/AVC
Cosolecaque
Familiares de las víctimas de la masacre registrada en el centro nocturno "Caballo Blanco", protestaron a las afueras de la Unidad Deportiva de la Sección 53 del SUTERM, sitio en el cual se encontraba el presiden de la república, Andrés Manuel López Obrador sosteniendo un encuentro con trabajadores de la CFE. Este sábado 27 de agosto se cumplen tres años de la masacre que cobró la vida de 32 personas entre trabajadores y clientes. Las madres y esposas de algunas de las víctimas buscaban hablar de forma directa con el ejecutivo federal para poder ser incorporadas a algún programas social o les fuera ampliada la ayuda económica que perciben ya que no cubre las necesidades básicas de los menores. "Dejo a sus dos hijos que dependían de ella: Nicole y Santiago Alexander de 4 y 6 años", expresó Francisca Sánchez Ruiz, madre de Zuleyma, una de las bailarinas. La abuela de los menores indicó que los pequeños se encuentran cursando la primaria y en este regreso a clases la compra de útiles, uniforme y zapatos ha sido imposible. "Horrible, muy doloroso, para mis nietos igual me exigen a su mamá y si comen lloran, yo les digo que está reposando. Cada día es más difícil porque crecen y tenemos gastos como ahora de escuela que hay que pagar dos inscripciones y más", lamentó la señora Francisca. La Comisión de Atención a Víctimas les otorga un recurso mensual, menor a cuatro mil pesos; y por parte de Bienestar, los niños reciben 700 pesos cada dos meses, lo que es insuficiente. Por ello las madres y esposas decidieron protestar, sin embargo, no lograron tener contacto con el ejecutivo federal.