Enfermedad no termina cuando los síntomas de la enfermedad aguda desaparecen.
AVC NOTICIAS
XALAPA
El COVID no termina cuando los síntomas de la enfermedad aguda desaparecen. Por ello, los especialistas consideran que la pandemia tendrá efectos más prolongados de los que hasta ahora se han previsto. Por lo anterior, cada vez hay más estudios médicos publicados en revistas científicas como Nature, Lancet y British Medical Journal sobre las secuelas que están viviendo las personas sobrevivientes del covid-19, especialmente las que fueron hospitalizadas por la enfermedad en forma grave. Esto se ha tipificado como Síndrome de Covid-19 Pos Agudo, o simplemente Síndrome Post-covid. Jorge Luis Poo, médico hepatólogo internista, explica que las secuelas son múltiples y afectan a casi todos los órganos y sistemas del cuerpo, a tal grado que pueden ser incapacitantes o fatales. Las secuelas más frecuentes, según varios estudios publicados, son fatiga (31 por ciento), síntomas cognitivos (21 por ciento), disnea de nuevo inicio, es decir dificultad para respirar (16 por ciento), lesiones fibrosas (19 por ciento) y en el caso de los pacientes que presentaron dificultad respiratoria aguda, se han registrado lesiones fibrosas en pulmones en 38, 8 por ciento de los casos.
“Recientemente se ha demostrado que los pacientes graves de Covid-19 agudo tras haber sido hospitalizados y posteriormente recuperados, continúan manifestando malestares y síntomas de disfunción multiórgano o hasta la muerte, semanas o meses después de la alta hospitalaria”, explica Poo. Esto lo comprueba, aparentemente, un estudio realizado en Reino Unido, en donde se dio seguimiento de 140 días a 47 780 pacientes y se encontró que 14 060 (casi el 30 por ciento) fueron readmitidos en el hospital, y de ellos murieron después de su alta un total de 5 875 pacientes, es decir, más de 1 de cada 10. Poo destacó la importancia de capacitar a los médicos sobre el alto riesgo que representan las secuelas del covid-19 agudo, pues de no manejarse correctamente u omitirlas se corre el riesgo de que duren más que la pandemia. Información El Economista