Juan David Castilla Arcos
Xalapa
Cira Malpica Reyes atiende una pequeña fonda de comida donde elabora antojitos tradicionales y ha recibido clientes de Australia, Estados Unidos y China. Ahora, su negocio está en riesgo; al borde de la quiebra.
Hace muchos años ejercía como laboratorista clínico; sin embargo, siempre le ha gustado cocinar y, por ello, decidió abrir su negocio.
“Antes trabajé en el ingenio, en el laboratorio de Mahuixtlán. Después trabajé aquí nueve años en un laboratorio clínico, porque yo estudié eso”.
La señora atiende la cocina que se encuentra sobre la calle Bremont casi esquina con Rayón, en la zona centro de Xalapa.
Toda su comida es preparada al momento. Cada mañana debe cerciorarse de contar lo necesario para la elaboración de sus antojitos.
Las tortas de pollo, milanesa, jamón con queso; las empanadas, picadas, tostadas, tapadas y enchiladas son algunos productos de los más demandados.
CAEN GANANCIAS ECONÓMICAS
La crisis económica también le ha pegado fuertemente a su bolsillo.
“Yo pienso que es por la economía que está muy mal ahorita, pero ya se compondrá”.
Estima que sus ganancias económicas han caído más del 60 por ciento, durante los últimos años.
“Las ventas están muy bajas. Cuando empecé sí estaban muy bien, pero ahorita han bajado mucho”.
Desde hace 23 años, se levanta de madrugada, para salir de casa una hora después y abrir el local a las siete de la mañana.
La señora, de 69 años, labora siete horas y media de manera consecutiva, de lunes a sábado.
ELEVAN LA RENTA
Doña Cira paga en la actualidad mil 600 pesos mensuales para cubrir la renta de su local.
Sin embargo, recientemente los dueños del pequeño espacio pretenden incrementar los costos.
Ella cree que la quieren sacar de dicho lugar, pues le pretenden imponer una tarifa de 4 mil pesos mensuales, misma que definitivamente no podría pagar.
“El dueño ya quiere que desocupe, pero llegamos a un acuerdo y por el momento no (se retirará). Ya cuando vea que vendieron o que van a componer, pues ya diré adiós, pero mientras aquí voy a seguir”.
Cree que el negocio podría irse a la quiebra por dicha situación.
“Quieren cobrarme 4 mil pesos mensuales, solo trabajaría para ellos y ni así”.
EXTRANJEROS, SUS PRINCIPALES CLIENTES
Malpica Reyes recuerda que, hasta hace unos años, sus principales clientes eran extranjeros.
Se trataba de estudiantes que acudían a la escuela para extranjeros, ubicada sobre la calle Gutiérrez Zamora, a unas cuadras de su negocio.
“Venían muchos extranjeros, pero ya no hay tantos”.
La señora alimentaba a norteamericanos, australianos y chinos.
Ahora, las personas que más le compran sus antojitos son empleados y estudiantes que pasan por su establecimiento.
“Son puros trabajadores, algunos estudiantes, empleados de oficinas”.
“ANDRÉS ES MI PRESIDENTE”
La cocinera admite que los precios del jitomate, aguacate y otros productos de la canasta básica han repuntado durante este año.
Sin embargo, confía en que la situación mejore en los próximos meses.
En ese sentido, defiende y respalda las acciones del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para garantizar el desarrollo económico del país.
“Lo que pasa es que Andrés es mi presidente, apenas está empezando (su gobierno), hay que darle chance de que trabaje, pero hay mucha gente que no lo quiere, así como hay muchos que no lo quieren, habemos (sic) muchos más que sí lo queremos”.
Cabe recordar que una de las acciones del mandatario federal para rescatar la economía del país fue sortear el avión presidencial, la Lotería Nacional.
“Andrés es un hombre muy inteligente, ahora sí que es un tigre. Es un hombre muy preparado”, opina la vendedora de antojitos.
Doña Cira asegura que los precios de su comida no han subido.
“Si subo los precios, menos me van a comprar”.
La señora solo es apoyada por su sobrino en el negocio, quien se encarga de repartir a domicilio la comida y quien también se quedaría sin empleo en caso de que el negocio cerrara.
CIERRES IMPARABLES
El mismo sector empresarial ha manifestado que ha sido notorio el cierre de negocios en la ciudad.
Nadie ha elaborado un padrón de los establecimientos que han cerrado sus puertas.
No obstante, en calles del Centro Histórico siguen siendo notorios los letreros de “se vende” o “se renta” que cuelgan de las fachadas de los locales.
Este problema habla de la grave crisis económica que enfrentan los pequeños empresarios en la entidad.
Incluso, en Coatzacoalcos, municipio ubicado en la zona sur del estado, continúan cerrando empresas.
Vinaterías, tiendas, hoteles y otros establecimientos han dejado de brindar productos y servicios.