Piñatas ya no se venden.
Juan David Castilla Arcos
Xalapa
Roberto de la Cruz Luna tiene discapacidad visual, pese a ello se dedica a la elaboración de piñatas que son quemadas para festejar la tradición de “el Viejo” la noche del 31 de diciembre.
El señor de 54 años tiene su negocio en su domicilio, en la calle Jesús Reyes Heroles de la colonia Felipe Carrillo Puerto de la ciudad de Xalapa.
“Para el 31 me piden ‘el Viejo’ y el 24 las piñatas de siete picos que representan los siete pecados capitales”, relata.
Durante 31 años se ha dedicado a las artesanías, oficio que le ha permitido proporcionar el sustento a su familia.
Sin embargo, este año, sus ganancias disminuyeron de manera considerable por la crisis económica que se vive actualmente en el país.
“Ahora los clientes están más desgastados y además de que al parecer todo encareció”.
Don Roberto elabora dos tipos de “Viejo”: una piñata y otro de puro cartón, éste último que es rellenado de papel, vestido según la temática que pida el cliente y, posteriormente, quemado porque representa el año viejo.
Si antes elaboraba 60 piñatas y 30 “viejos” cada semana durante la temporada, ahora entregará solo seis.
“Hemos llegado a hacer hasta 60 piñatas sólo para las posadas, a parte de los pedidos como adornos de escuelas”, recuerda.