Tras heridas dejadas por la violencia.
Yhadira Paredes
Xalapa
Luego de reconocer que hay heridas en la sociedad mexicana difíciles de cerrar a causa de la violencia, el vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, José Manuel Suazo Reyes, indicó que es urgente que después del proceso electoral se trabaje en la reconciliación.
En el comunicado de este domingo, indicó que la violencia en México ha dejado miles de víctimas, de ahí que los foros convocados por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, son un espacio de diálogo para identificar las propuestas de los diferentes sectores de la población en diversas regiones del país.
“Hay muchas heridas que se han abierto y que necesitan ser sanadas mediante la escucha de la realidad, y con acciones que favorezcan la reconciliación y la paz. Se necesita reconocer que hay muchas voces que han sido ignoradas y muchas realidades que han sido abandonadas; hay sectores de la población que vienen sufriendo las consecuencias de malas administraciones desde hace mucho tiempo”.
Aseguró que hay voces que han sido ignoradas o hasta despreciadas, por lo que se espera que estos foros den oportunidad para que sean atendidas y que sean exitosos en alcanzar la reconciliación nacional.
Suazo Reyes recordó que los obispos mexicanos aceptaron la invitación del presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, para participar en los foros de consulta para trazar la ruta hacia el pacto de reconciliación nacional.
En ese sentido, afirmó que la Iglesia católica abre espacios para el encuentro, el diálogo y la construcción de la paz, pues todos desean, dijo, que cambien las condiciones que se viven en el país.
“Los problemas que estamos viviendo como la pobreza, el desempleo, la violencia descontrolada, la falta de oportunidades para los jóvenes para ingresar a la universidad pública o acceder a un empleo, el abandono del campo y los malos precios de los productos agrícolas, entre otros asuntos, han sido causados por varios factores, entre ellos la mala administración pública, la corrupción, la impunidad y una notable mala administración de la justicia. Estas realidades son también una forma de violencia”.