
Tienen que esconderse para alimentar a sus hijos.
Yhadira Paredes
Xalapa
En tiempos postmodernos se ha incrementado la doble moral de la sociedad que se siente ofendida por ver a una mujer amamantado a su bebé en la vía pública y no porque caminen en topless en la playa, reclamó el profesor de tiempo completo de la Facultad de Nutrición y vicepresidente de la Red Mexicana de Promotores de la Salud, José Luis Castillo Hernández.
En ese sentido, dijo que esta misma falsa moral inhibe a las mujeres a amamantar en zonas públicas, pues son criticadas por un supuesto pudor por propias mujeres.
“Algunas prácticas ancestrales en este tema de lactancia materna ahora es muy mal visto que una mujer se descubra el seno para alimentar a su niño, cuando antes una mujer del campo que venía a vender sus productos en una banqueta se descubría para alimentar a su niño, ahora es muy satanizado”.
Lamentó que en Xalapa los prejuicios y la falsa moral generan que las mujeres critiquen esa práctica cuando alimentar a un bebé es un hecho natural y hasta mágico que no tendríamos que desaprobar.
Por otra parte, señaló que son varios los mitos que han contribuido también a que las mujeres no amamanten a sus hijos, sobre todo el hecho de no tener buenas condiciones nutricionales, cuando el valor nutrimental no se ve alterado, únicamente la cantidad de leche es lo que varía.
Asimismo, está el mito del aumento de peso, cuando está comprobado que amamantar al bebé contribuye a recuperar el peso normal.
“Hay muchos mitos que han sido demostrados con evidencia de que la leche materna no trae más que beneficios de salud, psicológicos y labores”, agregó.
Entre estos beneficios destaca la disminución de riesgo de que los niños padezcan sobrepeso y obesidad, pues un niño que es amamantado desde la primera hora de nacimiento es menos propenso a sufrir enfermedades gastrointestinales o de las vías respiratorias.
“Tendríamos niños bien alimentados y es un alimento que se encuentra disponible y no tienen que comprarlo”, finalizó.