José Aguilar. Xalapa, Ver. Este sábado, el expresidente municipal de Xalapa, Américo Zúñiga Martínez, tomó protesta como dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en medio de militantes y muy pocos personajes icónicos del tricolor.
Hace poco, Zúñiga Martínez dejó las arcas municipales, unas arcas sin formatos ni papelería para dar servicio en el Registro Civil de la ciudad, al menos eso afirman las actuales autoridades municipales. Se fue del Ayuntamiento de Xalapa sin haberle cumplido a la zona oeste y noroeste de la capital veracruzana con infraestructura pública, al menos eso también cuenta el investigador Hipólito Rodríguez Herrero, máxima autoridad en turno del municipio.
Américo llega al PRI con un antecedente de la ciudad no tan bueno como quisiera. Hace apenas unos días, la encargada de Limpia Pública, Verónica Rodríguez Ávila, informó que tendría que hacer una reorganización de las rutas recolectoras pues las actuales están mal establecidas y había puntos de la ciudad que únicamente contaban con ese servicio una vez a la semana, situación que señalaron como inaceptable.
Hay que recordar que el exalcalde y el exregidor décimo tercero, Daniel Fernández Carrión, presumieron en diversas ocasiones que las condiciones operativas de la subdirección habían mejorado en todos los aspectos, desde camiones hasta las rutas que recorrían los chóferes, y eso por dos factores: la instalación de GPSs en las unidades que permitirían vigilar a los trabajadores para que cumplieran su trabajo y por una aplicación que daría a la población la oportunidad de localizar su ruta.
Todo este gasto se vino abajo con la llegada de la nueva administración al exponerse que el sistema bajo el cual estaban laborando no funciona.
Zúñiga Martínez pretende repetir el fracaso en Comunicación Social de su Gobierno en el Revolucionario Institucional, con personajes como Miguel Valera, quien durante los cuatros años se concentró en acosar a las empleadas a su cargo y por otro lado de manera laboral a los reporteros que cubrían la fuente municipal. A este personaje, perteneciente a lo último del duartismo, Américo lo tiene protegido y sobrevalorado.
El priista no se salva de los señalamientos de excesos y desvíos de recursos, pues en los primeros días de haber iniciado el Gobierno de Hipólito, éste manifestó que la anterior comuna aprobó una partida especial y extra para los regidores, es decir, mentían en los portales de transparencia, pues Américo y sus ediles nunca cobraron lo que decían, sino más.
Esa acusación de parte del actual presidente municipal resulta contradictoria respecto a todo lo afirmado por Zúñiga Martínez en años anteriores, ya que si de algo presumía el ahora dirigente estatal es que su administración era la más transparente de todas y por ello hasta premios recibió.
En la toma de protesta de la dirigencia del PRI se vio a varios, pero no asistieron muchos. El que sí estuvo fueron su equipo de colaboradores, entre ellos Roberto Figueroa, el excontralor interno Carlos López García, de CMAS Bolívar Arias Olguín, Julio César Órnelas ahora secretario general del PVEM Xalapa, Elízabeth Morales García, Ranulfo Márquez, el regidor décimo, Juan Gabriel Fernández Garibay, y Héctor Yunes Landa.
Sin embargo, se notó más la ausencia del precandidato, Pepe Yunes, de la delegada Anilú Ingram, del exdirigente Renato Alarcón Guevara, del delegado de Gobernación, Alejandro Montano Guzmán y de múltiples figuras del PRI que con su ausencia si bien no demuestran adversidad, sí poco interés por acudir al llamado de quien a partir de ahora decidirá su futuro al interior del tricolor.
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