José Aguilar. Xalapa, Ver. Fue a mediados de enero del 2014 cuando el alcalde de Xalapa, Américo Zúñiga Martínez, nombró como coordinador de Comunicación Social a uno de los allegados de "mandame Gina", el director de prensa de Javier Duarte de Ochoa, nada menos que Miguel Valera Hernández.
Este arrastra sobre si una reputación nada envidiable, como uno de los que aprendieron y ejercieron la estrategia mordaza a los reporteros de la fuente del Estado y de gran cercanía con los dueños de Medios de Comunicación, que como sabemos en ese entonces recibieron jugosos convenios de parte de la coordinadora Gina Domínguez Colío.
Hay que recordar las "mañas" de Valera, como se le conoce. En el 2013, ofreció dinero a Rubén Espinosa Becerril luego de la agresión que sufrieran activistas y fotógrafos durante la cobertura del día de independencia en la Capital Veracruzana.
Según el testimonio del fotorrepotero en espacios informativos de México, ciudad en la que buscó el exilio y posteriormente fuera asesinado, Miguel Valera pidió olvidar el asunto a cambio de un suma específica para la reposición de su equipo fotográfico, lo cual no aceptó.
Esta referencia vino a la memoria con la visita de Ernesto Ledezma, colaborador de Rompeviento, al Congreso del Estado durante el festejo de la libertad de expresión de este año. Allí se transmitió parte de la entrevista de Espinosa Becerril y en ella hace referencia al hostigamiento en su contra de parte del Gobierno Estatal y la coordinación de comunicación social.
Meses después, Valera Hernández se unió al equipo de Américo. Allí comenzó a bloquear a los reporteros incómodos de la fuente y dar privilegios a sus amigos, a los que hizo mientras permaneció en el cargo con "mandame Gina".
Sin embargo, como la comunicación no le resultaba y el golpeteo en contra de su jefe no lo paró con los más de cinco boletines diarios que enviaba a portales y medios impresos, decidió en el 2015 difamar a uno que otro reportero para que fuera cambiado de la fuente, tal como sucedió en el extinto diario La Política de Veracruz, donde su gran amistad con Gustavo González Godina, quien por cierto recibía un apoyo privilegiado mes con mes del área a su cargo, surtió efectos e hizo movimientos en las fuentes del periódico.
Esto y otros trastupijes se han filtrado durante estos tres años y medio de administración municipal donde uno de los principales protagonistas ha sido Miguel Valera y su forma de comunicar y trabajar a puerta cerrada con sus colaboradoras en Comunicación Social.
Sin embargo, no es al único que Zúñiga Martínez ha conservado en su Gobierno, también está Marga Morgado Osorio, quien ha pasado completamente gris por las dos últimas administraciones locales, sin méritos que la alcancen y justifiquen su estancia.
Su ingreso con gracia a Palacio Municipal fue con la exalcaldesa de Xalapa, Elízabeth Morales García en el Instituto Municipal de la Mujer como titular. Esta resultaba toda una osadía a la hora de comunicar las actividades del IMMX, pues según los comentarios de la fuente municipal, "no sabe nada" en el puesto donde la pongan.
Posteriormente, al término del trienio, Morgado Osorio, por cierto notaria pública con licencia, fue nombrada titular de la dirección del Registro Civil de Xalapa. En el cargo, arrastró su fama, ausente y sin ganas de transmitir su labor al frente de la dependencia.
Por si fuera poco y con la entrada del yunismo al Estado, y después de un fallido intento por levantar el turismo en Xalapa con Williams Velasco Martínez, el alcalde movió a esta funcionaria a la subdirección de Fomento Turístico de la ciudad.
La Notaría Número 12 en Martínez de la Torre a nombre de la hija del "Capitán Chanclas" fue una de las revisadas por el Gobierno del Estado hace un par de meses, luego de que se diera a conocer que varias ligadas al duartismo participaron presuntamente en la creación de las empresas fantasma con las que el hoy preso en Guatemala desvió miles de millones de pesos.
Es así como Américo Zúñiga Martínez da muestra de la protección a 
políticos que han cometido atropellos en contra de la libertad de expresión, en el caso de Miguel Valera, quien al estilo de la vencidad del chavo, generando chismes, ha sobrevivido en el cargo municipal.
Tendrá que hacer una gran labor para tapar bien la utilización de apoyos a sus cuates, columnistas entre ellos uno reconocido por el senado y reporteros varios, pues la administración de Morena, llegará a barrer para atrás en las anomalías que detecte, pero esa, es otra historia.
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