
Anahí Medina. Xalapa, Ver. En la zona centro de la capital del estado se encuentra el Colegio Preparatorio de Xalapa (CPX), un edificio emblemático con 173 años de historia, que desde el 2005 es considerado patrimonio cultural de los veracruzanos.
La “Prepa Juárez” -como se le conoce coloquialmente por su ubicación- es también educación, tradición y cultura, no sólo de la institución, también de la ciudad y del estado de Veracruz. Y un orgullo para quienes han pasado por sus aulas.
Entrar al Colegio es sumergirse en toda la historicidad que alberga entre sus gruesas paredes, pasillos y aulas donde se han formado miles de estudiantes de Xalapa y otras regiones de la entidad.
Los inicios y sus diferentes sedes
De acuerdo con el cronista de la ciudad y ex director del turno vespertino del colegio, Vicente Espino Jara, f gracias a las gestiones de Antonio María de Rivera y la autorización del presidente Antonio López de Santa Anna la escuela se inauguró el 16 de septiembre de 1843 bajo el nombre de “Colegio Nacional de Xalapa”.
Su ubicación era en el claustro del antiguo monasterio “La natividad de María Santísima” de la orden franciscana, dicha construcción se localizaba en lo que actualmente es el parque Benito Juárez. Durante la invasión norteamericana de 1847 el Colegio tuvo que trasladarse al domicilio de María de Rivera, el cual se encontraba entre las calles de Lucio y Roa Barcena del centro de Xalapa.
Fue hasta 1850 que la escuela llegó a su ubicación actual. Después de algún tiempo y gracias a la instrucción del gobernador Teodoro A. Dehesa, se comienza a remodelar el edificio. La arquitectura corrió a cargo del ingeniero Salvador Corral, pese a que el inmueble fue terminado en 1900, fue inaugurado oficialmente en 1901.
Con el paso de los años el nombre de la institución tuvo diversas modificaciones hasta llegar a “Colegio Preparatorio de Xalapa” como se conoce actualmente, explicó el cronista de la ciudad.
Es a partir del 12 de julio de 2008, bajo el mandato del entonces gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán que este colegio es declarado patrimonio cultural de los veracruzanos. El decreto del mandatario incluye tanto a la institución como al museo, biblioteca, Paraninfo y archivo histórico de la misma.
Paraninfo con estilo rococó
Con un diseño influenciado por el estilo rococó, Carlos Steiner fue el encargado de diseñar el salón de actos, su decoración representa las artes, la ciencia y la literatura, cuenta con un costado de 13 ventanales de madera con vidrios biselados y del lado opuesto con 13 puertas también de madera con ornamentos de yeso en relieve.
Su estructura es en sí misma una obra de arte, en su interior expone una amplia colección pictórica de autores como Primitivo Miranda, el tlacotalpeño Salvador Ferrando y el catalán Joan Bernadet y Aguilar.
Debido a todos los elementos que contiene, el salón de actos se ha restaurado en diversas ocasiones, entre las últimas que se pueden mencionar se encuentra la del 2005, que fue a cargo de la restauradora Verónica Fernández de Castro, a través del programa “Adopte una obra de arte”, donde intervino el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México (Conaculta), el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en conjunto con el gobierno del Estado de Veracruz.
Biblioteca histórica Librado Basilio
“Sean ustedes bienvenidos para conocer un fragmento de la memoria humana, es decir, el fascinante mundo de los libros”, se puede leer en la entrada de la biblioteca histórica, donde se encuentra una placa con la historia de la misma, así como también la clasificación de los libros que contiene.
Es el hogar de 17631 recursos documentales de los siglos XVI al XIX y primera década del siglo XX.
Desde que se entra a la habitación se puede percibir el silencio y misterio que esta alberga, las personas quedan admiradas de ver las cuatro paredes repletas de libros, tanto los tamaños como las temáticas son variadas,
La obra más antigua es “Las siete partidas de los Reynos de las Indias” y data del año 1565.
Entre otros libros importantes se pueden mencionar las diferentes ediciones de El Quijote, incluyendo l'ingénieux Hidalgo Don Quijote de la Mancha, París 1863 y La Divina Comedia de Dante Alighieri.
Durante los 10 días que dura la Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil, la biblioteca histórica abre sus puertas a todo el público para que disfruten de los recorridos guiados y la explicación sobre todo lo que envuelve al CPX.
Los estragos del tiempo
El tiempo no pasa en vano y debido a la arquitectura y la historia del Colegio se deben realizar continuas restauraciones.
“La escuela no puede pararse debido a su edad, es una escuela que demanda mucho dinero y además demanda gente especializada como restauradores, gente del Instituto nacional de bellas artes y literatura (INBA) vienen a hacer este tipo de trabajo”, explica el director del turno vespertino, Francisco Javier Guiochín Hernández.
Ahora se necesita una inversión de casi un millón de pesos para reparar todo el paraninfo, ya que por el salitre, las paredes se están descascarando. Con ello se podría rescatar la ornamentación que tienen sus paredes y rescatar el vestíbulo del colegio.
Entre los múltiples trabajos necesarios se pueden mencionar: la reparación de bancas del paraninfo que están desde sus inicios en 1900, rescatar los lienzos de las pinturas, cambiar el material del escenario por madera de cedro y restaurar el piano, el cual necesita una inversión de cerca de 150 mil pesos.
Actualmente Guiochín Hernández está en un proyecto que consiste en cambiar toda la ornamentación que tienen los bajos de las ventanas del paraninfo, las cuales originalmente eran de yeso, con el trabajo de un maestro carpintero, estas figuras se han replicado y se reemplazarán por madera, esto con el fin de otorgarles mayor durabilidad, cerca de 200 piezas serán cambiadas.
El único apoyo que reciben para continuar con las remodelaciones y restauraciones que el Colegio necesita lo obtienen gracias las gestiones que continuamente se realizan a cargo de los directivos del plantel. Entre las personalidades que han apoyado a la escuela encontramos al Alcalde de Xalapa, Américo Zúñiga Martínez y el empresario Ricardo Ahued Bardahuil. Otra parte es con la cuota de recuperación que los padres dan cada inicio de semestre (200 pesos por estudiante).
La vida en “la Juárez”
Una de las alumnas de quinto semestre ve con nostalgia el patio central y recuerda sus mejores experiencias en los casi tres años que lleva en la institución. Así como ella, son varios los alumnos que sin importar el semestre ya le han tomado cariño a la escuela y todo lo que esta conlleva. No es una institución común y es algo que no pasa desapercibido por la gente.
“El Colegio Preparatorio de Xalapa es parte de mi vida, es parte de mi esencia, la labor del Colegio ha sido fundamental, ha sido histórica en la cuestión del Estado porque ha formado infinidad de cuadros que necesita la sociedad veracruzana”, comenta el maestro Jesús Ernesto López Argüelles. Lleva 20 años de impartir clases en la institución.
El turno matutino se destaca por la enorme demanda que presenta año con año, pero en este ciclo escolar el turno vespertino tuvo por primera vez en su historia rechazados.
“Estamos teniendo un nuevo nombre, estamos teniendo un nuevo impacto y estamos muy orgullosos de esa percepción que tiene la gente de nosotros, que es un gran lugar para que los estudiantes crezcan en todos los aspectos de su vida”, comenta al respecto el maestro José Ernesto Malpica Rosendo.
“Para todos los que egresamos de esta escuela es un honor haber estudiado aquí, por su historia, por todo lo que conlleva el misterio de institución y la historicidad que ha pasado a través”, añade Guiochín Hernández, quien en sus 28 años de servicio, ha podido ser testigo de los cambios transcurridos dentro de la institución.
Estudiar en la “prepa Juárez” no es sólo ser parte de la formación académica, sino también ser parte de las generaciones llenas de historia que atraviesa cada pasillo y rincón del querido Colegio Preparatorio de Xalapa.