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CDMX
La Inversión Fija Bruta (IFB) en México, ahora conocida como Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF), se incrementó 18.45 por ciento anual de enero a junio, su mayor aumento desde 1994 para un lapso comparable, revelan cifras desestacionalizadas del Instituto Nacional de Estadística (Inegi).
En medio de la actualización del Sistema de Cuentas Nacionales de México, el Inegi inició la difusión de la nueva serie base 2018 de la Formación Bruta de Capital Fijo, el cual se ubicó en 108.31 puntos, su mayor nivel en 30 años.
Sólo durante junio, la FBCF presentó una variación mensual de 3.11 por ciento, una tasa inferior en 2.20 puntos porcentuales a la reportada en el mes inmediato anterior, resultado de una desaceleración en construcción residencial y no residencial, a la par de un mejor comportamiento en la inversión en maquinaria y equipo, especialmente lo importado para transporte.
No obstante, el Inegi destacó que con la nueva serie base 2018, el indicador saltó 28.64 por ciento a tasa anual.
Avanza consumo privado en junio
También en junio, el Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interior (IMCPMI) subió 0.35 por ciento, luego de observar un resbalón de 0.14 por ciento en mayo pasado.
El consumo de bienes y servicios de origen nacional bajó 0.05 por ciento, mientras que de importados aumentó 2.37 por ciento.
A tasa anual, el IMCPMI se incrementó 4.10 por ciento en junio, con lo que mejoró su desempeño respecto al 3.94 por ciento experimentado en mayo.
"En el corto plazo, el consumo mantendrá una dinámica favorable, apoyado principalmente por el bajo desempleo", consideró Ángel Huerta, analista de Grupo Financiero Bx+.
Por otro lado, acotó, los hogares seguirían enfrentando la erosión al poder adquisitivo, asociada a una inflación todavía elevada, aunque ésta seguiría cediendo.
Asimismo, indicó que las altas tasas de interés restringirán cada vez más el acceso al crédito.
"Más adelante, se estima que la economía se desacelere, especialmente en el cuarto trimestre, lo que podría restarle dinamismo al mercado laboral y afectar la confianza del consumidor", estimó Huerta.
"El consumo privado enfrentará un entorno algo más desafiante en la segunda mitad del año, debido a que, pese a moderarse, la inflación permanecerá elevada; los costos crediticios seguirían elevados; la desaceleración económica restaría algo de fuerza al empleo; y la pérdida de valor en pesos de las remesas".
