25 de Septiembre de 2024
Director Editorial Lic. Rafael Melendez | Director General - Dr. Rubén Pabello Rojas

Enfermedades respiratorias en invierno

 

 

 

 

 

 

 

EL UNIVERSAL

CIUDAD DE MÉXICO

Durante el invierno, estamos más expuestos a padecer enfermedades respiratorias, desde un simple resfriado hasta problemas más graves como covid-19. El descenso de temperatura, aunado a una menor ventilación en los espacios cerrados, facilita la propagación de distintos virus.
"Tanto nuestro sistema inmunológico como aquel encargado de la limpieza de la vía aérea se ven alterados con el frío. Este último se ocupa, por así decirlo, de barrer los virus y bacterias para que no ingresen, pero en el invierno éste no funciona como debería, por lo que estos agentes avanzan y se alojan en nariz, senos paranasales, faringe, laringe, garganta, amígdalas, tráquea, bronquios o alveolos.
"Al verse alterado nuestro sistema inmune, nos volvemos más vulnerables a estas infecciones", dice Luis Septién Stute, neumólogo del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición 'Salvador Zubirán', quien participó en el más reciente foro de la Alianza de Expertos en Neumología (ADEN), organizado por Boehringer Ingelheim.
Para estar bien protegidos, la vía aérea debe tener la humedad y temperatura adecuadas. Con el frío, tanto la nariz como la garganta se secan, lo que permite la entrada de microorganismos que afectan el sistema respiratorio. Los síntomas que causan pueden ir desde estornudos hasta falta de oxigenación.
Se estima que la resequedad del ambiente y el frío de la temporada se presenta desde mediados de noviembre de cada año hasta inicios del mes de marzo, por lo que la exposición a enfermedades virales respiratorias se mantiene al alza a lo largo de este periodo.
Ni tan inofensivo
Entre las afecciones más comunes durante la época invernal se encuentran el resfriado, la influenza y, desde hace un par de años, la covid-19. Diferenciar cada una de éstas se vuelve primordial para suministrar el tratamiento correcto y así evitar complicaciones que puedan llevar incluso a la muerte.
"Dichas enfermedades son inducidas por virus y suelen tener similitudes en los cuadros clínicos. Si se tiene oportunidad, deben hacerse un estudio de panel viral para identificar el agente en cuestión, el cual permite identificar el género y la especie", dice la neumóloga pediatra Ruth Aldana Vergara.
El resfriado se considera la enfermedad más frecuente durante la temporada de frío. Se caracteriza por producir congestión o goteo nasal, estornudos, tos y ojos llorosos. En algunos casos, puede haber fiebre y dolor de garganta. Según especialistas de Mayo Clinic, el virus que lo causa puede entrar en el cuerpo a través de la boca, los ojos o la nariz, y se propaga cuando alguien enfermo habla, tose o estornuda.
La principal diferencia con otras infecciones respiratorias es su duración. "El resfriado común tiende a autolimitarse entre el séptimo y el catorceavo día, mientras que sus síntomas desaparecen entre el quinto y séptimo", indica la doctora Aldana.
Riesgo potencial
La gripe, también conocida como influenza, es una infección respiratoria que, en la mayoría de los casos, produce una enfermedad leve, pero tiene el potencial de escalar a grave e incluso ser mortal, principalmente en personas mayores de 65 años, recién nacidos, mujeres embarazadas y pacientes con afecciones crónicas.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se calcula que las epidemias anuales causan de tres a cinco millones de casos graves, así como entre 290 mil y 650 mil decesos, además de provocar ausentismo tanto laboral como escolar.
Resulta importante saber que los síntomas que la provocan aparecen de manera súbita (a diferencia del resfriado que son graduales) y pueden incluir fiebre, escalofríos, tos, dolores musculares, cefaleas, así como mucho cansancio. El tiempo promedio en que éstos se presentan es de dos días, pero puede ir entre uno y cuatro. Esta enfermedad es causada por el virus de la influenza, el cual se transmite de persona a persona al hablar, toser o estornudar, debido a la expulsión de goticulas que pueden caer en la boca o nariz de quienes se encuentran cerca. De no atenderse, genera complicaciones como infecciones de oído, sinusitis, bronquitis o neumonía.