20 de Septiembre de 2024
Director Editorial Lic. Rafael Melendez | Director General - Dr. Rubén Pabello Rojas

Escala crisis en Palestina  

*Jóvenes incendian la tumba del patriarca bíblico José

*Como parte del “Viernes de la Ira” convocado por Hamas y otras facciones

 

*Teme ONU que el conflicto con Israel se eleve a un tono religioso

 

Agencias

Jerusalén, Israel

 

Cientos de jóvenes palestinos incendiaron la madrugada de este viernes el lugar donde supuestamente descansan los restos mortales del patriarca bíblico José, en la localidad cisjordana de Nablus, aunque no hubo víctimas que lamentar.

"A lo largo de la noche, decenas de palestinos prendieron fuego a la Tumba de José, en Nablus. Fuerzas palestinas llegaron al lugar, extinguieron el fuego y dispersaron a los incendiarios. El Ejército israelí hará las reparaciones necesarias para permitir a los

fieles visitar el lugar sagrado", informó el Ejército israelí en un comunicado.

El portavoz del Ejército, Peter Lerner, añadió en el escrito: "La quema y profanación de la Tumba de José es una flagrante violación y una contradicción del valor básico de la libertad de culto".

“Las Fuerzas de Defensa de Israel tomarán todas las medidas para llevar a los autores de este acto despreciable ante la justicia, restaurar el lugar a su condición previa y garantizar que la libertad de culto se restablece" en el lugar, añade.

La denominada Tumba del patriarca José es venerada desde hace siglos por cristianos, judíos y musulmanes.

El Ejército israelí se retiró del sitio al principio de la Segunda Intifada, en septiembre de 2000, quedando desde entonces en manos de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

El mausoleo se encuentra en "zona A", donde la ANP tiene pleno control administrativo y de seguridad, de acuerdo a la división territorial establecida en los Acuerdos de Oslo de 1993.

Sin embargo, el Ejército israelí supervisa en coordinación con la ANP el acceso de fieles judíos para rezar en el lugar del cenotafio donde se venera al bíblico patriarca mencionado en el Antiguo Testamento, unas visitas consideradas por muchos palestinos como una provocación y una señal de que quieren adueñarse del lugar.

Según el diario Haaretz, el ataque tuvo lugar cuando cientos de jóvenes palestinos acudieron cerca del complejo y le lanzaron cócteles molotov, además de entrar en la tumba para introducir materiales inflamables.

El incidente formó parte de una jornada en la que facciones palestinas convocaron a un "Viernes de la Ira", instando a la población a manifestarse y crear disturbios.

La región vive una oleada de violencia desde hace 15 días, en la que han muerto 33 palestinos (13 de ellos atacantes o supuestos atacantes) y siete israelíes en la cadena de atentados (en su inmensa mayoría de palestinos contra israelíes) y los disturbios que no han cesado desde que comenzó octubre.

 

ONU condena el ataque

 

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) condenó el ataque perpetrado contra la Tumba de José, y advirtió sobre las graves consecuencias de convertir el conflicto palestino-israelí en una crisis religiosa.

"Este incidente representa un episodio especialmente preocupante, dada su dimensión religiosa", dijo ante el Consejo de Seguridad el subsecretario general de la ONU para Asuntos Políticos, Tayé-Brook Zerihoun.

El diplomático, en nombre de Naciones Unidas, llamó a todas las partes a proteger los lugares sagrados y rechazar a los "extremistas que persiguen una agenda política" tratando de transformar un conflicto nacional en uno religioso.

"Si tienen éxito en estos intentos las consecuencias pueden ser catastróficas para israelíes y palestinos, con serias repercusiones en la región", señaló Zerihoun.

La ONU recordó que este incidente llega tras semanas de violencia sobre el terreno que ha creado una situación "extremadamente preocupante".

"Han transformado el enfado palestino en pura rabia", aseguró, señalando que a ello también contribuyen la crisis económica en Palestina, las pocas perspectivas de futuro para los jóvenes y la continuidad de la política israelí de asentamientos.

El representante de la ONU se expresó así al inicio de una reunión de urgencia convocada por el Consejo de Seguridad para abordar la actual crisis en Oriente Medio.

 

“Día la Ira” en Franja de Gaza

 

Los disturbios y ataques continuaron en Israel y Palestina en una jornada que inició con el incendio provocado en la Tumba de José y acabó con cinco palestinos muertos, un centenar heridos y un soldado israelí herido en un apuñalamiento.

Pese a que las facciones palestinas habían llamado a un “Día de la Ira”, convocando a disturbios y ataques contra fuerzas y civiles israelíes, el viernes transcurrió con relativa tranquilidad, a excepción de la Franja de Gaza, donde murieron dos jóvenes en enfrentamientos con el Ejército israelí en varios puntos de la valla fronteriza.

Dos manifestantes, de 22 y 24 años, murieron por disparos de las fuerzas de seguridad israelíes y más de medio centenar fueron heridos por balas y otros tantos por inhalación de gas en los choques violentos.

Además, murió un joven herido de bala en enfrentamientos pasados, también en la Franja.

En Cisjordania se registró un nuevo apuñalamiento, tras la jornada del jueves en la que no hubo ninguno y que seguía a ocho días con ataques de arma blanca diarios.

Un hombre palestino de 26 años fue abatido tras acuchillar a un soldado israelí, al que hirió, cerca del asentamiento judío de Kiryat Arba.

El atacante iba ataviado con un chaleco y una camiseta que lo identificaban como prensa y simulaba ser un fotógrafo, hecho que ha sido condenado por la Asociación de Prensa Extranjera de Jerusalén, que "deploró" la violación de los privilegios de la prensa e instó a los medios palestinos a "verificar de inmediato todas las credenciales" a periodistas.

Otro palestino más murió en la aldea cisjordana de Beit Furiq, al este de Nablus, en choques de jóvenes manifestantes con el Ejército israelí.

 

En Jerusalén se sigue viviendo en un ambiente de tensión con las calles, parques y lugares de ocio prácticamente vacíos y la Policía y Guardia de Fronteras instalando enormes bloques de cemento y puestos de control para ralentizar o restringir el paso en las localidades del este de la ciudad, territorio palestino ocupado.


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