MÉXICO, D.F., septiembre 4 (EL UNIVERSAL).- “Esto es un video de lo que no se debe hacer”, afirmaron especialistas del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez sobre las imágenes que muestra la atención que recibió el ex director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Sebastián Lerdo de Tejada.
Los cardiólogos consultados por EL UNIVERSAL explicaron que, de acuerdo con el Soporte Vital Básico, cuando se corrobora que hay pérdida del conocimiento del paciente y paro cardíaco, en ese momento, lo que se necesita es realizar masaje cardiaco, mantenerlo así hasta que se pueda contar con un desfibrilador o hasta que se pueda aplicar otro tipo de terapia.
Una de las cuestiones básicas es que el masaje cardíaco no se debe interrumpir, y si se hace lo máximo debe ser 10 segundos, además de que cuando llega al hospital un infartado lo deben recibir en el área de urgencias, en donde tiene que verlo un médico.
El video muestra que todo estuvo mal, el no tener al paciente en área de urgencias, luego dejarlo de atender, por colocar la llanta de la camilla en la que lo transportaban, cuando no se deben interrumpir por nada las maniobras de reanimación del paciente.
Los expertos indicaron que aun cuando se trata de infarto fulminante debe seguirse el protocolo de atención, pues se trata de segundos de vida, porque el cerebro comienza a sufrir por falta de circulación en 15 segundos, por eso las maniobras de reanimación deben efectuarse con rapidez.
Para los cardiólogos, los segundos “son oro” para salvarle la vida a alguien que tuvo un ataque al corazón. Explicaron que cuando una persona llega con infarto dependerá de las facilidades con que cuenta el hospital para salvarla.
Indicaron que lo primero es determinar las condiciones del paciente, si llega estable para hacerle algunas cosas en los siguientes 15 minutos o hay que darle una atención urgente, y se clasifican en tres niveles: verde, amarillo y rojo.
Se realiza el diagnóstico con un electrocardiograma y exámenes de laboratorio. En el momento que se corrobora el infarto —que no debe llevar más de 15 minutos— en ese tiempo se tiene que decidir la terapia de reperfusión, “ya que un infarto significa que se tapó la arteria y hay que destaparla”.
Las arterias se tapan por coágulos y es necesario suministrarle al paciente —si en el hospital se cuenta con ello— una sustancia llamada fibrinolítica, la cual los disuelve.
Si el hospital tiene equipos sofisticados, en especial una sala de hemodinámica y un médico cardiólogo intervencionista, lo que se hace en lugar de poner el fibrinolítico es pasarlo a esa sala y mediante catéteres se destapa la arteria y se le pone un stent. Este es el protocolo a seguir.
En el caso de la atención que recibió el funcionario se observa que se dejó de darle masaje cardíaco y no había un médico que lo atendiera, los expertos indicaron que es justo lo que no se debe hacer con un paciente con infarto al corazón.