EL UNIVERSAL
CIUDAD JUÁREZ
Tras la cancelación del programa de solicitud de asilo en Estados Unidos, la población migrante que quedó varada en esta frontera presenta cuadros de estrés, depresión y ansiedad, por lo que los albergues les ofrecen apoyo psicológico.
"Estamos enojados, tristes, no sabemos qué pasará con nosotros. Es triste muy triste, porque uno llega acá sin nada con la intención de cruzar a los Estados Unidos y tenerlo todo. Ahora no sabemos si pasarnos ilegales o esperar, y eso entristece", reconoce Richard, un joven venezolano que espera en esta frontera.
Juan Fierro, director del albergue El Buen Samaritano, cuenta a EL UNIVERSAL, que la situación que enfrentan los migrantes es complicada, ya que muchos de ellos llegaron sin nada a esta ciudad y ahora perdieron toda esperanza.
"Ahorita hay apoyo psicológico y también el apoyo espiritual... Muchos de ellos ya se hacían en los Estados Unidos y al ser rechazados prácticamente no saben qué hacer. Están en un lugar, pero no saben dónde seguir porque no existe un proceso (migratorio)", explica Fierro.
Precisó que la asistencia la ofrecen sicólogos de organizaciones civiles que colaboran con ellos.
Agregó que a estos migrantes les brindarán refugio humanitario por hasta tres meses para que en ese tiempo puedan tomar una decisión, si esperan a que inicie un posible nuevo proceso migratorio por parte de Estados Unidos, o si regresan a su país de origen.