En ambos casos, los ejemplares fueron sepultados de inmediato por elementos de la Armada de México y autoridades ambientales que tomaron conocimiento del hallazgo.
A diferencia de lo que ocurrió en anteriores ocasiones, cuando apareció el cadáver de un manatí en el río Coatzacoalcos del lado de Villa Allende o cuando una tonina sin vida recaló en las playas de la congregación Las Barrillas, este miércoles personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) acudió de inmediato al sitio.
Mientras eso sucede, la mancha de color marrón que surgió hace 24 horas continúa extendiéndose en un radio de casi 2 kilómetros. Sin embargo, las autoridades atribuyen esta coloración a la presencia de algas en el mar.