Familiares y amigos de Porfirio Ramírez Colorado marcharon en la comunidad Presidio, municipio de Ixhuatlán del Café, para exigir justicia tras el asesinato de este joven el pasado 27 de enero.
Las personas pidieron a las autoridades estatales que haya avances en las investigaciones y se garantice un castigo al responsable del crimen.
María Isabel Colorado Martínez, madre del joven, señaló como presunto responsable del asesinato a propio tío de su hijo, quien también se llama Porfirio “N”, con quien tenía rencillas por una herencia que su abuelo le dejó y con quien ya había discutido.
Este señor fue visto en la barranca el día del homicidio y desde esa fecha no ha vuelto a su casa, pues huyó de la comunidad para evitar ser detenido.
La mamá del joven asesinado indicó que Porfirio vivía para su familia y el día de su muerte salió a trabajar a su finca pero no volvió a su vivienda.
“Pido justicia para mi hijo, porque no es justo que le hayan quitado la vida de esa manera. Y pido el apoyo, que me apoyen. Yo crecí a mi hijo sola. Para que alguien viene y me lo quita no es justo. Yo fui padre y madre para mi hijo. Para que venga su tío y arrebate la vida no era justo. A mi hijo le gustaba trabajar, a mi hijo se dedicaba a su familia. Mi hijo no tomaba, a mi hijo no fumaba, a mi hijo no salía de su casa. Más que de su trabajo a su casa, se dedicaba a su familia”.
La muerte detalló que el dolor de perder a un hijo de esa forma no se le desea a nadie y pidió el apoyo de la población y de las autoridades para que haya justicia en este caso.
“Pido que se le haga justicia a mi hijo, que no puede quedar así. Alguien que se ponga en mi lugar. El dolor de perder a un hijo de esa manera no se le desea a nadie. Es muy doloroso y triste vivir día con día. No se puede vivir así. Y pido justicia para mi hijo”, insistió la mujer.
En la marcha también participó la esposa del joven asesinado, Lourdes Monserrat Vichiqui Yobal, de apenas 25 años, quien recordó que el cuerpo de Porfirio recibió impactos de bala y fue mutilado para después ser arrojado a orilla del río.
La familia exige que sea el responsable de este crimen, pues el joven dejó en la orfandad a dos menores: una niña de cinco años y un niño de año y medio.
