Aunque también confirmaron su asistencia tampoco llegaron a la cita el ex tesorero Gilberto Román Rubio García y la ex regidora comisionada en Hacienda Pública Municipal, María de los Ángeles Hernández Castrejón.
“El viernes en la noche estuvimos esperando la presencia del ex alcalde para que firmara el acta de entrega-recepción, ni él ni el ex tesorero, ni la ex regidora encargada de la Comisión de Hacienda Municipal”, señaló el presidente municipal, César Ulises García Vázquez.
Visiblemente molesto, manifiestó que los ex funcionarios públicos coatzintecos no llegaron. “La cita fue a las nueve de la noche y estuvimos hasta las 12; nunca llegaron. Ahora nosotros estamos en espera de lo que el ORFIS dictamine en cuanto a los actos a seguir… Es parte de la irresponsabilidad con que se dirigieron los funcionarios de la administración municipal pasada, no todos, pero si aquellos que tenían una responsabilidad directa importante con el pueblo”.
De acuerdo con el munícipe, las condiciones en que recibió la administración municipal no fueron las mejores y no se ha completado el proceso de entrega-recepción. Los edificios muestran señales de falta de mantenimiento y abandono, misma situación presenta el parque vehicular.
Lo peor no es el Estado deplorable de muebles e inmuebles, sino la deuda de 85 millones de pesos que hereda Stivalet, de los cuales 50 millones de pesos corresponde a laudos laborales perdidos y 22 millones corresponden a un crédito con una institución bancaria que representan un pesado lastre para el ayuntamiento actual.