Lo anterior, al tomar en consideración que la mayoría de los citricultores se encuentran en bancarrota, en virtud de los raquíticos precios de la fruta que corren en la subasta. Dada la situación, opinó que será aún más difícil para los integrantes del sector costear por sí mismos los agroquímicos para combatir la diaphorina citri, vector del HLB.
En contraparte, De la Rosa Gutiérrez contempló la posibilidad de que ante los altos costos de los agroquímicos, los citricultores vuelvan la mirada hacia los viejos métodos para controlar las malezas con el machete y el azadón, herramientas que evitan en gran medida el envenenamiento del suelo, al tiempo que se facilita su aflojamiento. Manifestó que no se trata de regresar a sistemas arcaicos, sino de reflexionar sobre la contaminación del suelo que ocasionan los agroquímicos promovidas por las grandes empresa como métodos maravillosos, cuando es claro que con ello las tierras se empobrecen y se vuelven improductivas.
Lamentó que el impuesto especial a los agroquímicos sea parte del alza generalizada de precios que entró en vigor este año, empezando por el primer “gasolinazo del año”, un golpe a la economía que supuestamente cesará hasta 2016, situación con la que está en desacuerdo el PT. Añadió que las reformas estructurales como la fiscal provocan los incrementos en los precios de la canasta básica, no obstante, consideró que los ciudadanos no se deben dejar llevar por el canto de las sirenas, pues aún se lucha contra tales reformas.
Sostuvo que el PT continuará con su oposición hacia medidas que oprimen al pueblo, en su carácter de partido de izquierda, recordando que esa lucha la librará ese instituto político a través de convenios con otras fuerzas como Movimiento Ciudadano, con el que se suman fuerzas para buscar la manera de contrarrestar los embates de las equivocadas acciones de gobierno.
