* En un comunicado, destaca el respeto que siempre ha tenido con los medios de comunicación, a quienes otorga trato de respeto y de apertura
* Ofrece el apoyo que sea necesario para trabajadores de medios de comunicación que requieran respaldo en seguridad
Martínez de la Torre, Ver.- A través de un comunicado, el alcalde de Martínez de la Torre, Rolando Olivares Ahumada se deslindó de los señalamientos infundados que hiciera una reportera que denuncia le arrebataron el celular con el que tomaba fotos de un lesionado en el interior de una propiedad privada.
Esos hechos ocurrieron este jueves 24 de agosto aproximadamente a las 12:55 horas, en el interior de la Empacadora San Gabriel, propiedad de Rolando Olivares Ahumada, donde sufrió una caída un empleado de la empresa contratista que realiza trabajos de colocación de estructuras.
Minutos después arribó una ambulancia de la Cruz Roja seguida por una motocicleta sin logotipos, conducida por una mujer sin identificación como reportera, es decir sin logos en ropa, quien ahora se sabe, es Norma Angélica Cortés, la cual se introdujo a la propiedad privada.
Al momento, dicha persona comenzó a tomar fotografías, por lo que un familiar del lesionado, en reacción, le arrebató el teléfono celular y forcejeó un momento para llevárselo.
Los reportes de paramédicos y policiales indican que en ningún momento se encontraba en el lugar Rolando Olivares Ahumada, por lo que es inverosímil la versión de la reportera Norma Angélica Cortés en el sentido de que él dio la orden para golpearla y robarle el celular.
El empleado, que no es trabajador de la Empacadora San Gabriel, sino de la empresa contratista, comunicó sobre el hecho a su jefe inmediato de turno, representante de la empresa contratista y éste a su vez, a uno de los encargados de la empacadora, concretamente al contador Alejandro Andrade, quien le ordenó inmediatamente regresar dicho celular, el cual fue entregado al gerente de la empresa Grupo MS Radio.
De los hechos, los trabajadores son testigos de que la fotógrafa, ingresó sin autorización a la propiedad privada, no se identificó como periodista y además de que no fue golpeada porque no presenta ninguna huella de agresión, según lo constatado por sus propios colegas reporteros.