18 de Noviembre de 2024
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Mtz.- No se debe tener miedo a las alianzas para lograr el cambio

* Necesario, conformar frentes pero no solamente con partidos políticos, sino también con la sociedad

Facundo Bartolo Salazar

Martínez de la Torre, Ver.- No se debe tener miedo a las alianzas para cambiar la situación económica y social que impera en estos momentos en que es necesario conformar frentes, pero no solamente con partidos políticos, sino también con la sociedad, la gente del campo, las cooperativas y todos los que padecen el panorama actual, opinó Arturo Galindo Levet, militante de las izquierdas.   

Comentó que “después de haber más de 60 millones de pobres, no es posible criticar a otros países como lo está haciendo el gobierno federal, pues primero debería resolver los problemas internos y después atender cuestiones internacionales”. Confió en que en el contexto de los ajustes al Tratado de Libre Comercio fuese posible un incremento al salario mínimo en México, tal como lo exige el presidente estadounidense Donald Trump, aun cuando el titular del Banco de México diga que eso no se puede, pese a tener él un sueldo millonario.     

Galindo Levet destacó que es claro que a los campesinos de Estados Unidos les ha ido muy bien con el Tratado, pues su gobierno les brinda un gran apoyo con subsidios, pero por el contrario, los campesinos mexicanos han quedado en la ruina. Reconoció que, es cierto, hace 35 años un citricultor podía vender una tonelada de naranja a 300 pesos, pero con 200 pesos podía comprar una tonelada de fertilizante. Lamentó que esa situación se ha revertido drásticamente, de manera que ahora la tonelada de naranja apenas llega a una cotización de mil pesos, mientras que la tonelada de fertilizante rebasa los 4 mil pesos.   

Sostuvo entonces que es urgente un fuerte ajuste en la economía, pues quienes ostentan el poder federal han llevado al país a un grave retroceso que se refleja en todos los órdenes. Lo anterior, aunado al hecho de que en este sexenio se está culminando un proceso de privatización de playas, petróleo, ferrocarriles, teléfonos, energía eléctrica, bancos, ingenios, y viene la privatización del agua, la salud y la educación, que sería el “tiro de gracia para los mexicanos”.


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