* Con el fin de que los productores garanticen que su fruta está libre de contaminantes
Facundo Bartolo Salazar
Martínez de la Torre, Ver.- En la Ley de Inocuidad, el problema no es de capacitación, sino de las cuantiosas inversiones que se deben realizar para cumplir con todos los requerimientos a fin de que los productores puedan garantizar que su fruta está completamente libre de contaminación, expresó Leobardo Pérez Rendón, en su carácter de productor.
Destacó que “ahí están precisamente las dudas de los productores, pues desconocen realmente en qué momento podrán cumplir con todas las instalaciones que exige la Ley de Inocuidad, o si podrán hacerlo parcialmente, ya que los empacadores solo aportan información y amagan con no recibir la fruta”. Consideró que con la finalidad de sobrevivir a esa ley que no ofrece ningún beneficio, sino claras desventajas a los productores, sobre todo a los pequeños, las dependencias gubernamentales deberían implementar programas de apoyo, o por lo menos de información más confiable, pues de momento los citricultores se sienten a merced de los empacadores.
Pérez Rendón lamentó que los productores se encuentren totalmente desorientados sobre el tema de la inocuidad y no descartó la posibilidad de que esa situación continúe igual, o de plano tienda a empeorar, tal como ha sucedido con otros temas de la citricultura en que los pequeños productores son quienes salen con la peor parte. Señaló que es necesario buscar información más amplia acerca de la nueva Ley de Inocuidad con la finalidad de contar con mejores herramientas que les permitan salvar su situación de la mejor manera, puesto que lo peor que les podría pasar sería que no puedan vender su fruta por no estar en posibilidades de cumplir con todos los requerimientos para ello.