* Al parecer, cualquier pretexto es bueno para desplomar el precio de la fruta a nivel regional y nacional
Facundo Bartolo Salazar
Martínez de la Torre, Ver.- Con el anuncio de que México importará limón de Argentina a partir del próximo año, se avecina un duro golpe para los citricultores, sobre todo los pequeños, pues tal parece que ya cualquier pretexto es bueno para desplomar el precio del producto a nivel regional y quizá en todo el país, pese a su calidad reconocida a nivel mundial, señaló Gaudencio Méndez Ramírez, en su carácter de citricultor.
Manifestó que realmente “es una pena que los funcionarios de gobierno como siempre tomen decisiones de escritorio, cómodamente sentados, con oficinas climatizadas, no se tomen la molestia de investigar un poco la situación que prevalece en el campo, donde hay fruta suficiente para abastecer y no hace falta traerla de otros países”. Comentó que la consecuencia inmediata de importar limón de Argentina, de acuerdo con lo informado por el Ministerio de Agroindustria de ese país, sería el desplome de los precios de la fruta, siendo ese un problema recurrente, pero que podría empeorar.
Recordó que en su momento, el gobierno tomó una decisión parecida y absurda al permitir la importación de limón de Brasil, supuestamente para proteger la economía de los consumidores porque la fruta estaba alcanzando precios altos. Lo cierto era que los productores tenían en esos momentos la oportunidad de mejorar sus ingresos, pues hay ocasiones en que los precios caen drásticamente y ni siquiera es costeable cosechar la fruta de los árboles.
Méndez Ramírez argumentó también que el limón no es un producto de primera necesidad, por lo que fácilmente podrían haber reducido en un alto porcentaje la cantidad a comprar sin consecuencias en la alimentación de las familias. Lo anterior implica que las dependencias gubernamentales debieron proteger a los citricultores ante una coyuntura que no implicaba afectaciones para la población en general.
Insistió en que algo parecido está sucediendo ahora con la importación de limón de Argentina, la cual no beneficiará realmente a nadie, pero si podría agravar la problemática de la caída de precios, misma que es el constante dolor de cabeza de los citricultores.