* Hace algunos años se contaban alrededor de 180 productores, actualmente solo cultivan el aromático alrededor de 15 productores, lo que ha reducido en 95% la producción en esta zona
Álvaro Guerrero
San Rafael, Ver.- A un paso de la extinción se encuentra la producción de vainilla, debido a que ha venido disminuyendo considerablemente en el municipio de San Rafael, pues tan solo hace algunos años se contaban alrededor de 180 productores de vainilla, pero actualmente solamente continúan cultivando el aromático alrededor de 15 productores, lo que ha reducido en 95% de la vaina en esta zona, confirmó Miguel Ángel Acosta Carmona, representante de Artesanías y Extractos de Vainilla del Totonacapan.
Expuso que, “de los 180 productores de vainilla que había anteriormente en San Rafael, sólo quedan 15 productores, reducción que ha orillado a registrar una disminución de un 95 por ciento de producción”.
Con la disminución de plantíos de la vainilla en la región, ha traído consigo a que el aromático se posesione económicamente, pues actualmente el valor de la vainilla seca llega a costar entre 6 y 8 mil pesos el kilo, pero por el momento existe una escasez de la vaina en esta parte de la región.
Además, la disminución de cultivos se debe a que se ha convertido en una zona citrícola, donde los productores prefieren cosechar este cultivo porque les genera mayores ganancias en casi todo el año, mientras que en la producción de la vainilla tienen que aguardar alrededor de un año para obtener las ganancias.
Explicó que este fenómeno también lo están sufriendo productores de Papantla, en donde cada vez más se van reduciendo los cultivos del aromático, aunado a que esa zona ya no cuenta con la calidad y prestigio, debido a que ese estatus lo está obteniendo la zona de Puntilla Aldama y alrededores, esto de acuerdo a los estudios que se han realizado en la zona.
Asimismo, dijo que una de las mayores problemáticas que llegan a enfrentar los productores es la comercialización de la vainilla artificial, puesto que los productos son elaborados sintéticamente con la cumarina, la cual se considera que es un veneno latente para la población.