* Les exigen que cumplan con el certificado de inocuidad para comprarles la fruta
Álvaro Guerrero
Martínez de la Torre, Ver.- Los intermediarios de adquisición de la fruta citrícola, mejor conocidos como coyotes, se han convertido en el principal enemigo de los citricultores, por lo que ahora estos empiezan a exigir a los productores que presenten su certificado de inocuidad y que en dado caso que no lo hagan no van a comprar la fruta que llevan, a pesar de que aún no entra en vigor la ley FSMA, señaló Bertoldo Zamítez Mendoza, delegado de los productores y dirigente de los citricultores.
Detalló “están amenazando a los productores en no comprar, no a venir a comprar hoy o mañana, porque quieren que se regularicen y a fuerza con el certificado de innocuidad, ponen de pretexto que hay un exceso de limón, pero vemos que está entrando limón del sur y que no le piden ningún requisito como a nosotros, a pesar de que aún no entra en vigor la ley FSMA, es urgente que se haga una investigación”.
Califica de lamentable que los coyotes como los empacadores les pidan dicha documentación a los productores que se encuentra proporcionando fruta todo el tiempo, mientras que la fruta proveniente del sur ni siquiera le reclaman que no tiene dicha documentación y que tiene una baja calidad de presentación y contenido.
Afirmó que si, de algún modo beneficia la presencia de coyotes en las comunidades, ya que reducen gastos de traslado de la producción a la central de abasto, pero también golpean drásticamente el bolsillo de los citrícolas, debido a que estos reducen casi a la mitad de cómo lo adquiere el empacador, y solo proporcionan migajas.
Precisó que el coyotaje de las comunidades se ha generado gracias a los empacadores, pero que es más factible que fueran con el comprador, siempre y cuando estos proporcionen mejor remuneración económicamente, pero ve como algo imposible que los empacadores opten por esa opción.
Además con esta práctica que no es regulada por las autoridades de todos los niveles de gobierno, han solicitado la implementación de acciones concretas para que el citricultor pueda comercializar de manera directa; de lo que ya han tenido pláticas con los productores, sin embargo, no han llegado a un acuerdo mutuo para frenar esta situación, y es que el coyote es el que logra mayores ganancias, sin trabajar ni un día en las parcelas.