Facundo Bartolo Salazar
Martínez de la Torre, Ver.- Es muy desafortunada la frialdad con la que la diputada local María Elisa Manterola Sáinz, presidenta de la mesa directiva del Congreso Local, anunció la desaparición del Ingenio Independencia, conjuntamente con otras factorías de ese tipo en el estado, sobre todo al tomar en consideración que con ello resultarán afectados más de mil 200 productores y a más de 600 obreros, señaló Albino Aguilar Pazos, productor de Palpoala Ixcán.
Mencionó que “al parecer, la legisladora está mal informada de lo que está pasando con el ingenio, pues no se están haciendo realmente los pagos a cañeros y obreros; solamente les están dando dádivas”. Aclaró que han estado recibiendo recursos solamente quienes entregaron menor tonelaje de caña durante la zafra 2002-2003, pero los productores a quienes se les adeudan de 20 mil a cien mil pesos, o más, aún no han recibido gran cosa de los propietarios de la factoría azucarera.
Aguilar Pazos lamentó que el nuevo gobierno estatal panista no está viendo las necesidades que tiene en estos momentos el pueblo de México, por lo que son completamente tibias y fuera de realidad las declaraciones de Manterola Sáinz, mostrando un grave desinterés, aún siendo presidenta de la mesa directiva del Congreso Local. Manifestó que si piensa así también el titular del gobierno estatal, habría que pensar qué le espera a Veracruz, sin posibilidades de rescatar el ingenio y el dinero de los cañeros y obreros.
Asimismo, denunció que persiste una gran opacidad por los recursos y el destino de unas 3 mil toneladas de caña entregadas por los productores en la zafra 2002-2003, y mientras siga esa situación, las clases productoras seguirán siendo las más afectadas, soportando por casi 14 años la ineficiencia, tanto del gobierno como las empresas, que no les entregan lo suyo a los cañeros. Lo anterior, sabiendo que su cosecha les fue robada, puesto que nunca ha sido pagada.
Recordó que el Ingenio Independencia por tradición vino a darle el repunte agropecuario a la región, de manera que el gobierno debería contribuir a cerrar esa empresa con cierta dignidad, pues por más de 60 años fue uno de los pilares económicos de la región. Pero ahora todo ello desaparece como si nada, siendo ese el principal problema de los gobiernos neoliberales.