16 de Noviembre de 2024
Director Editorial Lic. Rafael Melendez | Director General - Dr. Rubén Pabello Rojas

Mtz.- Cáncer de mama, un mal que cambia la vida

* La unión familiar, la mejor medicina

* Agradecen entrega de pelucas oncológicas

Brenda Pérez Aguilar

Martínez de la Torre, Ver.- “Agradezco a Dios, porque estoy viva y gracias a él, hoy estoy aquí con ustedes, debido a que la mayoría de nosotras pasamos por momentos amargos, tristes y oscuros, pero con el apoyo de nuestros seres queridos y con los tratamientos médicos seguimos adelante”, dijo la señora Esmeralda García Pazos, víctima de cáncer de mama, después de recibir su peluca oncológica.

La entrevistada comentó que su problema empezó una mañana que despertó y notó una molestia alrededor de  su seno izquierdo, por lo que acudió al médico y le dijeron que tenía un problema, el cual se empezó a complicar, por lo que acudió con un especialista a la ciudad de Xalapa y le diagnosticaron cáncer de mama.

“Me operaron, mi biopsia sale positiva y a partir de ahí, empieza mi lucha con ocho quimioterapias y 25 radioterapias, la operación es quirúrgica, me extraen el seno y empecé a buscar la forma de sentirme mejor con una prótesis”, indicó.

Algunas de las consecuencias de la primera quimioterapia, fue la pérdida de cabello, náuseas y debilidad, pero después de casi un año, dijo sentirse más tranquila, porque ya terminó sus quimioterapias y ahora sus consultas ya no serán tan frecuentes.

“El cáncer de mama a todas nos cambia la vida, en primera porque somos madres de familia, yo tengo dos hijos y nos dicen que para llevar el tratamiento tenemos que dejar nuestra casa, vivir en otro lugar y después de aceptarlo, debemos de tener mucho valor, porque empezamos a perder nuestro pelo, pero un factor muy importante para combatir este cáncer, es la unión familiar, definitivamente”, puntualizó.

Por último, la originaria del municipio de Tlapacoyan dijo que gracias a su peluca, se sentirá más bonita y contenta con su apariencia, por lo que agradeció a las alumnas e instructores del Icatver, aunque están conscientes que deben seguir luchando por estar viva y tener mucha salud.


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