* Debería ser el gobierno, no los empacadores, quienes registren a los productores en el programa de sanidad e inocuidad
Facundo Bartolo Salazar
Martínez de la Torre, Ver.- Los empacadores quieren limón persa de primer mundo, pero resulta que no están a la altura los precios que pagan a los productores por la fruta, y definitivamente la tendencia parece ser cargar todos los costos a los eslabones más débiles de la cadena y ellos seguir solamente ganando con el trabajo y sacrificio de quienes menos tienen, argumentó Carlos Galindo Levet, en su carácter de citricultor.
Manifestó que “dada la situación, debería ser el gobierno el que registre a los productores en el programa de sanidad e inocuidad, en lugar de hacer tratos con los empacadores como intermediarios, pues de esa manera se seguirán quedando con los apoyos, tal como ya lo han hecho, haciendo más precaria la economía de los hombres del campo”. Apuntó que sería muy costoso adaptar las huertas a un nuevo sistema de producción libre de sustancias tóxicas, pues por principio de cuentas, los terrenos tendrían que estar bardeados para evitar la entrada de animales silvestres que en dado caso dejen sus desechos en plantas y frutas.
Asimismo, mencionó que los altos costos que enfrentarían los productores incluyen el uso de sanitarios debidamente equipados, además de que tendrían que cambiar también el tipo de fertilizantes usados para las plantas. Dijo que el tiempo también sería un factor importante, puesto que al cambiar de fertilizante químico a orgánico, se tendría que esperar por lo menos un año para observar algún efecto positivo.
Galindo Levet confió entonces en que será aclarado este asunto confuso y desventajoso para los productores, pues en lugar de verse fortalecidos por el gobierno, son entregados a los empacadores, quienes prácticamente son sus enemigos naturales, y pretenden seguir apropiándose de su trabajo con argumentos que ni son reales, ni son claros.