Álvaro Guerrero
Martínez de la Torre, Ver.- El Colegio de Abogados que encabeza Rafael Tolentino Calderón no tiene validez alguna ante la Federación del Colegio de Abogados del Estado de Veracruz, asegura el vicepresidente de esta, Jesús López Aranda, pues no fue consensada ante la directiva de la Federación.
“Considero yo que lo hizo de manera unilateral, no lo hizo con la representación de la Federación de Licenciados en Derecho, puesto que al Comité no se le tomó en cuenta para hacer ese tipo de actos y cualquier acto que hayan realizado en nombre de la Federación es nula porque no tuvo consenso del comité”.
Aseguró que dentro de los estatutos de la Federación del Colegio de Abogados refiere que para admitir a una nueva agrupación local debe ser consultada antes toda la directiva, y no tomarse atribuciones propias como lo hizo el presidente de la Federación del Colegio de Abogados, Miguel Contreras González.
“Su servidor se encuentra como vicepresidente de la Federación, sin embargo, no fuimos tomados en cuenta para ese evento y en calidad de vicepresidente no apruebo ese tipo de actos que solamente se hacen de forma proselitista, pero no se pueden aceptar grupos de abogados que no están debidamente acreditados”, argumentó.
Además, asegura que el Colegio que preside Rafael Tolentino no tiene estatutos que rijan a sus agremiados, puesto que dicha agrupación fue recientemente creada al vapor, a pesar de que tenga un sustento jurídico notarialmente.
Otros de los puntos en contra de la organización que preside Rafael Tolentino, es que una parte de sus agremiados son ‘coyotes’, puesto que nunca han contado con el perfil para litigar, sin embargo, dentro de los estatutos de la Federación del Colegio no está permitido el ingreso a organizaciones que albergan este tipo de personas que solo afectan la imagen del abogado, por otro lado si admite aquellos que cuentan con la acreditación.
Indicó que lo más lamentable que hizo Contreras González fue haber entregado reconocimientos a una agrupación que ha admitido a personas que no tienen alguna acreditación académica, que por aras del destino no han tenido la voluntad de superarse.