Jorge Parra
Misantla, Ver.- Veracruz ocupa el tercer lugar en materia de embarazos en adolescentes, la Secretaría de Salud del estado estima que al año en la entidad se registran 25 mil 729 embarazos en menores de edad, por lo que el Congreso del Estado modificó en enero la ley de salud, ahora en esta se garantiza que niños y jóvenes pueden recibir educación sexual y plantea que en todas las clínicas estos puedan tener disponibilidad y acceso a métodos anticonceptivos para reducir las estadística.
Durante septiembre la Jurisdicción Sanitaria con sede en Martínez de la Torre, realizará la Semana de Salud del Adolescente, en la que este año estará enfocada a la prevención de embarazos en adolescentes.
Juan Alberto Peralta González, subdirector de la Jurisdicción Sanitaria número 4, con sede en Martínez de la Torre, señaló que otro tema al que se le está dando prioridad es al inicio de la vida sexual en el adolescente y la violencia.
“Actualmente sabemos que las chicas inician su vida sexual a edad temprana, sin embargo esto no implica que deben embarazarse, pero el embarazo debe ser una decisión no un accidente”.
En Misantla, el Hospital Regional ha registrado casos de niñas que se convierten en madres a los 13 años, generándoles serios trastornos, pues no están preparadas ni física ni mentalmente para enfrentar esta situación.
En enero de este año las modificaciones a la ley de salud establecen que es facultad del Sector Salud proporcionar asesoría y orientación sobre salud sexual y reproductiva, además de garantizar a todas las clínicas todos los métodos anticonceptivos en cantidades adecuadas, estableciendo condiciones óptimas de uso y su disponibilidad para los adolescentes.
Respecto a este tema en Misantla, la iglesia católica emite su postura y llama a los padres de familia a romper con las viejas costumbres y hablar a sus hijos sin tapujos respecto al tema sexual, esto con el fin de evitar que los adolescentes usen métodos de anticoncepción, los cuales desde el punto de vista eclesiástico se oponen a la vida y causan más daños que beneficios a quienes los consumen.
Para la iglesia católica, el hecho de que los jóvenes inician su vida sexual a edades cada vez más tempranas no es ningún secreto, sin embargo, para los sacerdotes católicos la familia debe ser el lugar donde se inicie la educación sexual y piden a los padres abrir sus mentes para orientar a los jóvenes.