* Se necesitan estrategias para una mejor distribución de la matrícula escolar
Álvaro Guerrero
Martínez de la Torre, Ver.- Antes de reubicar a los docentes en otras instituciones, la Secretaría de Educación de Veracruz tenía que haber planteado una estrategia para atraer más alumnado en aquellas escuelas que su matrícula escolar es baja, y no estar realizando acciones como reubicar a los maestros en otras instituciones, como lo dio a conocer el delegado Regional de la SEV, opinó Miguel Pérez Preza en su carácter de maestro y director del USAER.
Precisó que también es culpa de los sindicatos el que la SEV pretenda hacer este tipo de movimientos con los docentes, ya que ellos tienen la facultad de solicitar que no se aplique tal acción y se tomen en cuenta otras estrategias que favorezcan al personal magisterial, además, deberían exigirle al gobierno que en las aulas solamente se estén impartiendo clases a 15 y hasta 25 alumnos por maestro, y no como ocurre en algunas instituciones que sobrepasan los 40 alumnos en un grupo, sabiéndose que hay suficientes docentes y escuelas para estar atendiendo a los menores, y así evitar el cierre definitivo como ha sucedido con algunas instituciones.
Otra razón de que ocurran tales hechos es que en las escuelas sobre todo de la zona centro, siguen ingresando a cualquier alumno que provenga de otra institución, provocando que se reduzca la matrícula de la escuela de procedencia del alumno, situación que es permitida o tolerada debido a que cada alumno que llega representa una cuota “voluntaria” más en cada ciclo escolar.
Precisó que si es necesaria la reubicación de los docentes que se encuentran sin trabajar en las aulas, pues existe una gran cantidad de profesores que muchas veces se sitúan en la delegación o secretarías de gobierno realizando otras funciones que no les corresponden y recibiendo jugosos salarios, y en algunos casos están en las escuelas sin prestar su servicio vocacional, varios de estos docentes por ser hijos de supervisores escolares ni realizan su trabajo, tal es el ejemplo del hijo de Erasmo Hernández González, que desde su llegada no se le ha aplicado ninguna sanción de acuerdo a la normativa.
Manifestó que al darse el caso en que los docentes sean reubicados obligatoriamente, el Movimiento Magisterial estaría entrando a la defensa de estos profesores, porque están violentando sus derechos laborales, siempre y cuando los docente soliciten la intervención del Movimiento Magisterial.
Sobre los comentarios realizados hace algunos días por el delegado regional de la SEV, Herberto Rojas Viveros, opinó que se desconoce qué postura está tomando, si como títere de los patrones de la Secretaría de Educación o como defensor de la docencia, por lo que provocaría a eso que llamó ‘inconformidad’ por parte de los maestros.
Por lo anterior, recomendó al delegado que antes de haber tomado el puesto de la SEV, tenía que haber solicitado permiso o renunciado como lo hacen los maestros del estado para poder tener un grado mayor, inclusive renunciar a sus derechos sindicales, pero al no hacerlo provoca confusión a los maestros por si se va dedicar a defenderlos, ya que se encuentra dentro del comité regional del SNTE Sección 32 o en el verdugo de los docentes de la Secretaría de Educación.
“El problema de Herberto es que quiere mamar de las dos chichis, y no se define, generalmente las personas que tienen miedo son indefinidos, entonces está agarrado de las dos ramas, si él verdaderamente se siente con los pantalones para ser líder sindical que deje la delegación de la SEV, que deje a un lado la jefatura de sector y que se convierta en un líder sindical”.
Lamentó los comentarios que ha dado a conocer el titular de la SEP, Aurelio Nuño Mayer, donde refiere que los maestros de la CNTE no quieren perder sus privilegios, sin embargo la muestra está en el delegado que ha ostentando varios puestos y cobrando de estos, sin que le apliquen realmente la reforma educativa.
Aseguró que esas personas como el delegado de la SEV, que se encuentra cobrando varios puestos en la docencia, son los que apoyan la reforma educativa, pues saben que los titulares no les aplicarán nada en su contra y que ellos jamás serán evaluados por el conocimiento que tienen en el puesto que desempeñan.
