Operarios de la propia Comisión Federal de Electricidad que realizan los trabajos de rehabilitación de instalaciones exteriores de la empresa paraestatal han reportado que el robo de energía mediante este sistema alcanza 30 por ciento, de todas las tomas domiciliarias y comerciales, lo que se traduce en millonarias pérdidas para la estatal, sólo en esta ciudad.
La magnitud del fraude a la Comisión sólo se conoció hasta que la propia empresa empezó, en 2013, con un programa de rehabilitación de sus instalaciones exteriores, es decir, postes, cableado y transformadores, entre otros, lo que incluía las acometidas que dan a las viviendas, donde empezaron a notar el sistema de robo de energía.
Hasta ahora, la CFE se había limitado a aplicar multas y cortar el servicio a los usuarios que han sido sorprendidos en el fraude; sin embargo, con la propuesta de ley presentada por los senadores priistas, la situación se agravaría para cientos, quizá miles de usuarios que incurren en esta acción.
Con poco más de 340 mil usuarios registrados en la región, la cual abarca 49 municipios, de los que alrededor de 90 mil son de esta ciudad y apenas 400 trabajadores de campo, la CFE apenas puede darse abasto para la atención de fallas en la red, por lo que la detección del robo de energía se hace más complicada.
Roberto Santos Aquino, superintendente de Distribución, Zona Poza Rica, ha señalado que en los últimos meses la empresa se ha centrado en la construcción e infraestructura para atender la demanda de energía que en esta ciudad y la región ha aumentado a pasos agigantados, en buena medida por el crecimiento poblacional.
La iniciativa publicada en la Gaceta Parlamentaria destaca que el robo de electricidad se sanciona con castigo de cuatro a 10 años de prisión y multa de 180 a 500 días de salario mínimo vigente. Un informe reciente de CFE señala que el robo de energía eléctrica cuesta al país poco más de 30 mil millones de pesos.
