La Iglesia Católica no sólo volvió a lamentar la violencia imparable que afecta a la zona centro, sino que además mostró su decepción sobre el papel de las autoridades de seguridad, pues tal pareciera han otorgado el permiso al hampa para hacer todo el mal que quieran.
"Humanamente no le encuentro solución (a tanta violencia), le pedimos a Dios que esto pare. En la última quincena los medios han dado cuenta de casi dos muertos por día, igual los robos, asaltos, secuestros, hay mucha angustia en la población", recriminó monseñor Eduardo Porfirio Patiño Leal, primer Obispo de Córdoba.
Tras la homilía dominical también lamentó el asalto armado a la iglesia de San Nicolás donde atracaron al sacerdote Juan José Mexicano en tanto que semanas antes, el sacristán de la parroquia de San Antonio había desaparecido, en un aparente secuestro.
Dijo que este atraco se realizó en medio de esta ola de inseguridad que afecta a toda la zona centro.
“En este caso le tocó a la parroquia de San Nicolás y pues amenazando con armas de fuego, esto habla de la gran inseguridad”, agregó.
Cabe señalar que el pasado viernes dos sujetos entre edades de 20 a 30 años de edad quienes viajaban en una motocicleta, aprovecharon la falta de vigilancia policiaca en el fraccionamiento San Nicolás donde se ubica la parroquia de la que es encargado el padre Mexicano, ingresaron y despojaron de sus pertenencias al padre y dos personas más, también robaron dinero que se había obtenido de una cooperación.
A pesar de que arribó al lugar la policía después de la llamada de auxilio ya no dieron con los delincuentes, pero se procedió a poner la denuncia correspondiente.
El Obispo dijo que seguramente deberán invertir en cámaras en más parroquias, pues sólo conoce que dos cuentan con un sistema de videovigilancia como la iglesia de San José Obrero y la propia Catedral, sin embargo no en todas las parroquias se tienen los mismos ingresos o colectas, y es que al final de todo es “a cuenta” de los feligreses responder a la inseguridad que vive la sociedad.
“Habrá que poner cámaras en todas las oficinas, en todas las parroquias, pero es que también el sacerdote tiene que recibir a la gente, es su trabajo, los escucha, no podemos estar blindados detrás de un vidrio a prueba de balas”, dijo.