Las labores de limpieza y búsqueda de cuerpos continúan en la planta Clorados III del complejo petroquímico Pajaritos.
A una semana de la explosión que ha dejado un saldo de 32 muertos y más de 136 heridos, el panorama es diferente. Incluso, este martes reporteros, camarógrafos y fotoperiodistas tuvieron acceso al punto donde ocurrió la tragedia.
En la llamada zona cero hay una cuadrilla de trabajadores realizando labores de limpieza. Los peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) siguen en el lugar, lo mismo que grúas, pipas de agua, unidades de carga pesada y hasta vehículos dañados por la ola expansiva.
Hasta el momento hay un reporte oficial de dos trabajadores desaparecidos y dos familias buscando a dos obreros. Sin embargo, las causas de la explosión no han sido esclarecidas y tampoco hay responsables.
Las áreas más afectadas de la planta son las torres de destilación y los hornos, donde se encontraban andamieros, ayudantes, oficiales, supervisores, etc. Ahí se mezcla el cloruro de vinilo y etileno a altas temperaturas para producir cloruro de vinilo, utilizado para la elaboración de plásticos duros. Otras plantas cercanas, como la de etano, no sufrieron daños.
Se calcula que de los 300 metros cuadrados de superficie que comprende Clorados III al menos 150 resultaron afectados.
A diferencia de lo que pasaba en días anteriores, la cantidad de trabajadores y familiares a las afueras de la factoría es prácticamente nula y sólo hay personas esperando sus pagos o el aviso para ingresar a trabajar, ya sea a limpiar, iniciar la reconstrucción de la planta o para dar mantenimiento a otras instalaciones.
Por la mañana, el director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), José Antonio González Anaya, encabezó un recorrido en la planta y después visitó a los trabajadores que permanecen hospitalizados en el municipio de Minatitlán.