La situación imperante no parece preocupar al presidente municipal, quien está más interesado en ver cómo aumentan las ganancias de su gasolinera, la cual abastece de combustible al ayuntamiento, en tanto que la indignación en la población ya gesta manifestaciones en contra de Wenceslao Santiago, quien aún no cumple tres meses en el poder y ya generó ingobernabilidad en su municipio.
La soberbia del alcalde y el poco interés que tiene por la seguridad en el municipio, han hecho que uniformados den a conocer sus inconformidades a medios de comunicación, que por temor a represalias omiten sus nombres, pero aseguran son víctimas de abusos por parte del mismo comandante de la Policía.
Los abusos son tales que los uniformados son obligados a doblar turnos y trabajar horas extra sin remuneración, además de que ha sido reducido su salario por supuestos ajusten en el presupuesto municipal.
La comandancia de la Policía necesita más unidades, pues con las que cuentan se encuentran muy deterioradas y muchas veces están inservibles y tiene que dejarlas abandonadas en la calle y realizar los recorridos en una sola unidad, pese a que es la seguridad del pueblo.
Ante esta situación, los elementos policíacos solicitan sean respetados sus derechos y que les paguen conforme a derecho, al igual que piden mayor equipamiento para garantizar de esta manera, la seguridad del municipio.
