Lo anterior fue informado por el ingeniero Guillermo Piña Mina, dirigente regional de Antorcha Campesina, quien añadió que los habitantes de la colonia 13 de Diciembre se vieron obligados a protestar en la sede de la Jurisdicción por el mal servicio prestado por el Centro de Salud del lugar, en virtud de la falta de medicamentos, situación que trae como consecuencia que, a pesar de que les extienden sus recetas, los usuarios tienen que pasar serias dificultades para surtirse en farmacias particulares y el propio servicio médico particular, muy caro, resaltó.
Comentó que la situación es grave, sabiendo que se encuentra muy golpeada la economía de la clase popular, incluyendo jornaleros y demás trabajadores. Dada la situación, consideró que es imperativo que el gobierno atienda el tema de salud de los más necesitados, comenzando con una buena atención en los centros de salud, con respeto por parte del personal, además del surtimiento de medicamentos.
Los antorchistas exigieron al subjefe de la Jurisdicción Sanitaria que se resuelva rápidamente la carencia de medicamentos, y que se corrijan problemas como mal trato a los usuarios, aunado a mucha irresponsabilidad que se refleja en la prescripción de medicamentos que no corresponden a la enfermedad de los pacientes. Mencionó que tal fue el caso de una señora a cuya hija le recomendaron óvulos, mismos que nada tenían que ver con su mal.
Denunció que esa situación irrita mucho a la gente, especialmente cuando se ventilan en los medios informativos grandes inversiones en salud, pero desafortunadamente eso no se refleja en la realidad. Consideró que es deseable que se manejen turnos nocturnos y de fin de semana en el Centro de Salud de la colonia 13 de Diciembre. Indicó que el secretario de salud debería tomar en cuenta esa petición, pues si las personas, en su mayoría de escasos recursos se enferman en la noche, no tienen otra opción que el propio Centro de Salud o bien, trasladarse hasta Martínez de la Torre.
Lamentó que frecuentemente se hagan muchas normas en el escritorio, pero resulta que son inoperantes en su aplicación en la realidad. Se preguntó de qué sirve que haya un buzón de quejas, si el clamor generalizado ha sido siempre atención médica y falta de medicamentos. Ante ese panorama, opinó que es obligación de la Secretaría vigilar que funcionen bien los centros de salud y hospitales a su cargo, redundando ello en mejor atención a la gente necesitada, lo cual es obligación del estado.
